NIEGA IGLESIA PRESUNTO CASO DE SACERDOTE VIOLADOR Y CON SIDA.

Oaxaca.- El arzobispo José Luis Chávez Botello fue contundente: "No conozco al supuesto sacerdote José Ataulfo García, ni en la Diócesis de Oaxaca existe una persona con ese nombre y apellidos".

Lo anterior en alusión a supuesto párroco que, según el diario Hablemos de México, corresponde a una comunidad indígena oaxaqueña y confesó haber violado a más de 30 niñas de entre 5 y 10 años y que incluso sería portador de VIH (Sida).

En respuesta a la pregunta formulada por NOTICIAS, el jerarca de la Iglesia Católica de Oaxaca, agregó que "si alguien tiene pruebas de que un sacerdote es responsable de la comisión de un delito, que acuda con la autoridad civil para su detención, no a los medios de comunicación".

Para el arzobispo de Antequera Oaxaca, son reacciones de alguien que tal vez quiere callar las voces de paz de la Iglesia.

"No es casualidad que cuando llega el Papa a México, también surgen voces en contra. El  Papa también ha sido atacado por esos grupos", reforzó Chávez Botello.

En el encuentro con los reporteros de la fuente religiosa, el prelado aseguró que se trata de distractores "de los que hay que cuidarse".

Afortunadamente, "las mentiras se van cayendo solas", expresó el arzobispo y exhortó a los periodistas a investigar el origen de esos hechos, no ser sólo resonancia de lo que dicen otros.

Según un artículo publicado en el sitio de noticias mexicano, "aunque el número de víctimas es alto, sólo dos se han atrevido a denunciar , ya que la figura del sacerdote es muy importante en las comunidades indígenas".

Se añade en el medio de información que "hasta el momento las autoridades no han querido intervenir, ya que la Iglesia Católica tiene mucho poder en este país".

La información divulgada por Hablemos de México, y retomada por otros medios de información nacional y local, asegura que la madre de una de las víctimas quiere reunirse con el papa Francisco, en el Vaticano, para entregarle una carta y que se entere de los abusos sexuales en Oaxaca.

El medio de comunicación hace notar que a principios del año, Apolonio Merino Hernández, un sacerdote mexicano, confesó públicamente que el diez por ciento de los curas oaxaqueños están implicados en casos de pederastia.