Entierra al papa' equivocado.

La procu se equivoca, entregando cadáver a persona ajena.

Saltillo, Coah.- Una mujer cometió la peor equivocación de su vida, tras reclamar el cadáver de quien creyó su padre, sin imaginar que sepultaría a un extraño; ayer cuando acudió nuevamente ante las autoridades para solicitar la entrega del cuerpo correcto.

Flor Margarita de la Cruz llegó con su tía Marcelina a la PGJE, donde con pesar manifestó haber cometido un error de apreciación, relatando la triste odisea que vivió durante los últimos días.

La mujer declaró que desde hace varias semanas buscaba a su padre, Mario de la Cruz García, recibiendo la noticia de un conocido, quien le manifestó que a su progenitor lo habían matado en Saltillo, llegando de su pueblo para entrevistarse con personal de la Procuraduría y comenzar los trámites legales correspondientes.

Tras reconocer como “suyo” uno de los cuerpos que estaban bajo resguardo en el Semefo, la joven regresó al ejido Casillas, de Galeana, N.L., convencida de sus acciones, dando sepultura al hombre que le lloró durante varios días.

Pero su herida emocional se abrió nuevamente ayer por la mañana, cuando al ver el periódico se dio cuenta de que aparecía una foto en donde yacía su padre sin vida y sin identificar, comprendiendo que se había equivocado en su primera visita a esta ciudad.

Sin perder el tiempo, la ejidataria se puso en contacto con la justicia de Coahuila para detallar su trágico error, comenzando nuevamente el proceso de reclamo mientras afirmaba estar segura de que su pariente seguía en la morgue.

“Yo estaba sola y me descontrolé, pensando que era mi papá, pues estaba muy dolida; acepto que fue un error mío porque yo misma señalé en el Semefo a una persona que no era la que buscaba, las autoridades no tienen la culpa de esto”, dijo Flor.

Por su parte, el titular del área de Homicidios de la Procuraduría Rafael Martínez de la Rosa, señaló que nunca habían tenido una situación similar, dejando en claro que se actuó debidamente en el asunto que desencadenó la problemática.

Mientras tanto, los deudos de Mario de la Cruz recuerdan con tristeza el momento en que sepultaron a un hombre que ni siquiera conocían, asegurando que descansará en paz en la tumba que le regalaron, pues no tiene la culpa de la confusión creada entre los vivos.