Uso de tortura es común en investigaciones

Ana Langner / El Economista

En México existe un notorio patrón en la práctica de tortura y malos tratos, exhibió el experto en derechos humanos de las Naciones Unidas, Juan Méndez, quien tras 12 días de visita oficial al país, detalló que las víctimas sometidas a este delito advierten un patrón similar de métodos agresiones.

Al dar a conocer este viernes sus conclusiones preliminares sobre la situación que guarda el país respecto a esta práctica, Juan Méndez, Relator Especial de la ONU advirtió que persiste una situación “generalizada” del uso de la tortura y malos tratos como medio de investigación criminal.

Méndez informó que en el país como norma, primero se detiene a las personas y posteriormente se investiga sobre posibles delitos y se consigna ante la justicia.

Expresó que esta privación de la libertad, que en la mayoría de los casos se ejecuta sin previa intervención judicial, expone a los detenidos a una situación de mayor vulnerabilidad a posibles actos de tortura y malos tratos.

De su experiencia con las víctimas, Juan Méndez concluyó que, durante esta práctica los torturadores hacen constante uso de insultos, y amenazas intimidatorias. Asimismo golpean con manos y pies en diferentes partes de cuerpo y asfixian a través de bolsas o empleando la técnica húmeda.

De igual forma los ejecutantes de los malos tratos usan el método comúnmente llamado como “chichara”-con el que propinan toques eléctricos generalmente en los genitales-, someten a la víctima a desnudez forzada, suspensión y violencia sexual.

El uso de la tortura y los malos tratos se relacionan “excesivamente” con la obtención forzada de confesiones y a la averiguación de la información, exhibió el Relator. El especialista de la ONU detectó que en particular son los agentes encargados de los arrestos -como elementos de la marina, soldados o policías-, los que más actos de tortura cometen. “Hay una presencia permanente del maltrato en los momentos de detención”, dijo.

Las salvaguardias relativas a la prevención de la tortura presentan deficiencias, de acuerdo el Relator Especial quien señaló en particular la ausencia de exclusión de pruebas obtenidas mediante este delito, la usual deficiencia respecto de la asistencia legal de los defensores públicos, y la ausencia de exámenes médicos independientes y exhaustivos.

Si bien el gobierno mexicano permitió acceso irrestricto a los lugares elegidos para su misión, Méndez lamentó que se le negara la entrada a la Agencia Estatal de Investigaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Nuevo León en Monterrey.

Juan Méndez realizó una visita a México entre el 21 de abril y el 2 de mayo de 2014 que comprendió más de 35 reuniones con alrededor de 99 servidores públicos de representación del gobierno federal y estatal, con representantes de los tres poderes, con organismos autónomos de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil, académicos y víctimas. El Relator presentará su informe final al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en marzo de 2015.