Por ser guero y de ojos azules marino malmata a menor.

"Mi papá le pega al güero porque no nació igual que nosotros, pero yo sí quiero al güero, porque es mi hermano".

Inocencia robada.

En una casa impregnada de salitre, donde apenas hay un par de sillones y dos camas, fue localizada una familia integrada por cuatro menores y una mujer.

Una llamada anónima fue el aviso para que el personal de la Procuraduría de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia, se trasladara hasta la calle Amado Nervo, de la colonia Rafael Buelna.

En la casa marcada con el número 12, estaban dos menores intentando abrir la puerta, de donde minutos después salió una mujer, que al preguntarle, cómo estaba, soltó el llanto, manifestando no aguantar más la vida que su esposo le daba.

Los niños indicaron que su papá llegaba de mal humor y los maltrataba, pero más a Cristhian, por ser blanco y con ojos azules, ya que según el hombre, no es su hijo.

"Dice que mi güero no es de él". María Trinidad Casas Monroy, de 27 años, originaria de Durango, lleva 9 años de matrimonio con Lorenzo Soto Galindo, de 28, quien es cabo en el octavo batallón de infantería, hace un año se mudaron a este puerto, porque a Lorenzo le dieron su cambio, vivieron unos meses en la colonia Juárez, hasta que Soto compro la casa del domicilio en mención.

La duda de la paternidad de su segundo hijo y la presión de las deudas, volvieron a Lorenzo un hombre agresivo, según comentó su esposa, con quien procreó cuatro hijos: Lorenzo Antonio, de 5; Cristhian, de 4; Yovany, de 3, y Lupita, de 2, todos, a excepción de Cristhian, con apellidos Soto Casas.

"Todos tienen seguro, menos Cristhian, ni siquiera le dio su apellido, mi mamá es blanca y de ojos de color, pero el no cree que sea su hijo y por eso nos pega. El otro día le pegó con un martillo en la cabeza, no le busca la forma de traernos comida, ni siquiera me trae leña ni me levanta una hornilla", indicó María Trinidad, quien la tarde de ayer esperaba que su padre le enviara dinero para regresarse a Durango.

Maltrato.

Con lágrimas en los ojos, la mujer indica que Cristhian no acude al kinder, porque su esposo no quiere pagar lo que el niño requiere, ni le compra lo necesario.

"Hay veces que lo saca y le dice traga en la calle, como si fuera un perro. A todos nos pega, pero más a él (Cristhian), por ser güero, yo lo que quiero es irme con mis padres y que me ayude a mantener a mis hijos, aquí no me deja trabajar, porque dice que ando de "cusca". Ya fui a denunciarlo al batallón, pero me dijeron que la persona indicada no estaba y no me atendieron", indicó la joven madre.

Llegó la autoridad. La directora de Immujer, Irma Saracco, indicó que se les brindaría atención psicológica y médica, para la mujer y los niños, y que se buscará la manera de apoyar a María Trinidad para el pasaje de ella y sus hijos a Durango.

El Abogado del DIF Tlaloc Leal, indicó que este tipo de casos son turnados directamente a la Procuraduría de la Defensa del Menor, la Mujer y la Familia, quienes serán los encargados de investigar el maltrato y proporcionar apoyo a la familia.

Algunos vecinos se mostraron sorprendidos cuando vieron a la mamá irse con los menores, ya que aseguran que también ella los maltrata.

"Ella también les pega, nosotros les dábamos de comer", indicó una vecina. Serán las autoridades correspondientes las que definan la situación de esta familia.