Migrantes en México: Los muertos de nadie.
https://noticias-ixtepec.blogspot.com/2013/12/migrantes-en-mexico-los-muertos-de-nadie.html
Shaila
Rosagel/SINEMBARGO
Esta semana
se cumplen siete años desde que el entonces Presidente Felipe Calderón Hinojosa
lanzó su guerra contra el narcotráfico. Todavía no tenemos cifras cerradas
sobre el resultado, pero organizaciones y medios calculan que entre 60 y 90 mil
perdieron la vida a causa de una estrategia mal planeada y mal ejecutada. Se
habla de 25 mil mexicanos desaparecieron en dos años, también. Pero nunca
sabremos muchas cosas. Como cuántos ciudadanos extranjeros fueron secuestrados
y asesinados por los narcotraficantes, que encontraron en la migración una
nueva fuente de ingresos. O cuántos mexicanos. Lo peor, dicen organizaciones
internacionales, es que Enrique Peña Nieto parece no haberse dado cuenta de la
tragedia. Los migrantes no están, simplemente, en su agenda…
Ciudad de
México. Ambos tienen objetivos distintos: unos trafican drogas y los otros,
persiguen el “sueño americano”. Y ambos viajan por rutas paralelas y en el
camino, se encuentran.
Foto: Cuartoscuro |
Pero la
balanza en este encuentro se inclina hacia los traficantes de drogas.
Encuentran en los migrantes centroamericanos, que cruzan por la República
Mexicana con la esperanza de llegar a Estados Unidos, todo un negocio aparte:
secuestro, extorsión, reclutamiento y trata.
Y esto se
hizo más grave desde que, hace 7 años, el entonces Presidente Felipe Calderón
Hinojosa lanzara su guerra contra el narcotráfico. Una tragedia que algunos
señalan como emergencia humanitaria.
“La
migración se está integrando a un esquema de diversificación de los propios
narcotraficantes ahora que el Estado Mexicano está diseñando estrategias de
contención contra el crimen organizado. Lo que está haciendo el narcotráfico
cuando toma en sus manos al migrante es tener una alternativa adicional de
ingresos dado el riesgo que está teniendo a propósito de los ingresos
tradicionales por la compra, venta, traslado de drogas”, dijo Javier Urbano
Reyes, coordinador del Programa de Asuntos Migratorios (Prami) de la
Universidad Iberoamericana (UIA).
Urbano
explicó: “En todos los casos el migrante es un actor que por las circunstancias
está confluyendo por la mismas rutas de tráfico de drogas y en segundo lugar el
propio migrante se ha integrado como una fuente tradicional de recursos y están
saliendo dos tipos de productos: el migrante utilizado como mercancía y el
reclutado como sicario, pero este último vínculo es muy forzado por el
narcotraficante”.
De acuerdo
con el experto, no existen cifras exactas del porcentaje de migrantes que son
reclutados en las filas del narco; tampoco las hay sobre los abusos a los que
son sometidos durante su paso por la Ruta del Migrante a bordo de La Bestia.
Pero sí se
tiene documentado que el negocio masivo para los criminales en cuanto a los
indocumentados es la extorsión y el secuestro.
“Se sabe
bien que hay una cuota que oscila entre los 100 y los 500 dólares para poder ir
sobre La Bestia y si la persona no tiene para pagar es arrojado del tren.
También se sabe que existen gran número de casas de seguridad a donde llevan a
los migrantes secuestrados; que desde allí se pide rescate a sus familiares y
si no pagan, los matan”, detalló.
Las mujeres
son violadas y secuestradas para utilizarlas en la trata como esclavas
sexuales; sin embargo para Urbano, esta realidad apenas se conoce por la falta
de registro, atención y seguimiento de las autoridades mexicanas.
San Fernando
le dio rostro a una realidad que los activistas y expertos en el tema
migratorio denunciaban desde hace tiempo.
La masacre
de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, todavía está fresca en la memoria
a pesar de que ya pasaron tres años. Aquel 22 de agosto de 2010 México recibió
la noticia del hallazgo de los cuerpos de 58 hombres y 14 mujeres maniatados,
ejecutados por la espalda y apilados en un terreno baldío. Los muertos,
provenían de Honduras, El Salvador, Guatemala, Ecuador y Brasil.
El crimen se
conoció gracias a que un ecuatoriano logró huir de sus secuestradores y de la
muerte (a pesar de que le dispararon) y reveló el lugar donde estaban
abandonados los cadáveres. La funcionaria a cargo del Instituto Nacional de
Migración (INM) era una mujer sin experiencia en el tema, con la única
credencial de ser amiga del Presidente.
Después de
su renuncia para irse de Secretaria General del Partido Acción Nacional (PAN)
diría en una entrevista que la tragedia de San Fernando sería “una línea más”
en su currículum.
Fray Tomás
González Castillo, director del albergue La 72 de Tenosique, Tabasco, un
activista social que permanece amenazado de muerte, bautizó con ese nombre al
lugar que hoy recibe alrededor de 150 indocumentados centroamericanos diarios,
en memoria de los masacrados en San Fernando.
Para el
sacerdote, la masacre de San Fernando sólo puso sobre la mesa una realidad que
sucedería todos los días a lo largo del país.
“Cuando pasa
la masacre, todos se vuelvan a ver este problema. Esos 72 son los que se saben
porque logró escapar uno, pero cuántos no hay como ellos en las fosas
clandestinas”, dijo.
Fray Tomás
está familiarizado con el drama que viven los migrantes. A lo largo de su
trayectoria como defensor de los centroamericanos, ha sido testigo de toda
clase de vejaciones.
El sacerdote
y otros activistas que lo apoyan, igual que el padre Alejandro Solalinde, los
han visto muertos en las vías del tren. Los han descubierto en fosas.
“Mientras
Estados Unidos levanta fosas, aquí cavamos fosas para enterrarlos”, dijo Fray
Tomás.
Hace apenas
unas semanas, Alejandro Solalinde denunció el hallazgo de fosas clandestinas en
Oaxaca con una cantidad “escandalosa” de cuerpos sin órganos, aparentemente de
migrantes, en fosas clandestinas.
El director
del albergue Hermanos en el Camino afirmó que el hallazgo podría corroborar que
“existen organizaciones que usan indocumentados para el tráfico ilegal de
órganos ya que aseguro que tanto este delito como el tráfico de infantes
existen”.
“Me preocupa
porque sí hay tráfico de niños, me preocupa porque hay tráfico de órganos. Sí
hay, en algún lugar que por ahorita no puedo revelar, yacimientos de cuerpos
sin órganos y esto es grave. Fui informado por autoridades de algún estado, no
puedo decir en dónde porque necesitamos ver con las autoridades”, indicó
Solalinde luego de recibir el premio “Juan de Palafox y Mendoza”, que otorga el
municipio de Puebla.
Sin embargo,
el Estado mexicano parece permanecer estático ante la evidencia.
Una semana
después de la masacre de San Fernando cometido por el crimen organizado, el
gobierno del entonces Presidente Felipe Calderón Hinojosa lanzó un programa
para proteger a los indocumentados de paso por el país a través de cinco
medidas: establecer convenios de colaboración con los gobiernos de los estados
de la Ruta del Migrante, desarticular a las bandas tratantes de personas,
vigilar las vías férreas, un plan para informar sobre los peligros en el cruce
por México y mejorar la atención a las víctimas extranjeras.
Pero el plan
de Calderón Hinojosa sólo se quedó en buenos deseos, mientras que el nuevo
gobierno priista bajo el mandato del Presidente Enrique Peña Nieto, no hizo
gran cosa por detener los asesinatos y secuestros que suceden todos los días a
lo largo de las vías del tren.
“En términos
prácticos no creemos que hayan servido los compromisos que se desprendieron
después de la masacre, porque no se han cumplido. El programa se dio durante la
administración anterior, pero la obligación de proteger a los migrantes y a los
activistas sociales que luchan por ellos, no se está cuidando tampoco en la
presente administración. No se están dando los pasos adecuados para perseguir a
quienes cometen abusos, asesinan y secuestran a los indocumentados”, dijo
Daniel Zapico, director de Amnistía Internacional México.
Zapico
agregó que la situación de los indocumentados en su paso por el país, no es
mejor que hace tres años.
“Hay una
enorme preocupación porque no sabemos cómo piensa el Gobierno Federal abordar
este problema”, indicó.
Fray Tomás
González Castillo dijo que el Estado mexicano no aprendió nada de la masacre de
San Fernando.
“No aprendió
nada, al contrario, no se ha hecho nada. Estamos a tres años y no hay justicia
ni reparación del daño. Hace unos días tuvimos contacto con dos familiares de
los masacrados, una señora de Guatemala que perdió a su esposo y otros
parientes, y una mujer de Brasil. La brasileña nos dijo que el gobierno
mexicano le mandó un cuerpo que no es el de su familiar”, narró el sacerdote.
Fray Tomás
estimó que 70 por ciento de los migrantes centroamericanos que tratan de cruzar
México son asaltados entre Tenosique y Coatzacoalcos y alrededor de 1%
asesinados.
Rubén
Figueroa, un activista que se encuentra exiliado del país por las amenazas de
muerte en su contra debido a su activismo en La 72, aseguró que diariamente
tenía conocimiento de cuatro migrantes muertos sobre las vías del tren. Las
mujeres centroamericanas son violadas y secuestradas para obligarlas a
prostituirse y los niños son víctimas de trata de personas, dijo.
“La tragedia
humanitaria es enorme. Ahorita el albergue se quedó vacío y qué crees que puede
pasar con esa gente. Seguramente van muchos criminales arriba que más adelante,
empiezan a sacar sus armas, amenazar a los migrantes, más adelante se suben más
delincuentes, en algún punto de la ruta migratoria tiran a uno, a dos. Nosotros
durante esta última semana hemos detectado muchos migrantes mutilados, muertos
porque los tiran del tren. Es algo muy fuerte convivir con la muerte y la
sangre”.
NO HAY DATOS
PRECISOS
Daniel
Zapico, de Amnistía Internacional dijo que el problema principal que enfrenta
México en torno al tema migratorio, es que no cuenta con datos precisos de
cuántos migrantes son secuestrados y asesinados en el país.
“Si no hay
información, si no hay datos oficiales es difícil de realzar políticas
públicas. Nunca sabremos si mejoró o no. Hay muy pocos datos disponibles la
Comisión Nacional de Derechos Humanos [CNDH] publicó en su último informe sobre
migración en 2011 que cerca de 11 mil migrantes fueron secuestrados en seis
meses, es decir, si lo llevamos a un año, son 22 mil”, dijo.
Pero a pesar
de que existen esfuerzos de organizaciones civiles por darle datos duros al
tema de migratorio en México, la Secretaría de Gobernación (Segob) y la
Procuraduría General de la República (PGR) carecen de estas cifras.
“La Segob y
la PGR no dan esas cifras porque no se molestan en recoger los datos. No se
molestan en saber lo que hay y difícilmente van actuar. Hay estudios que
apuntan que hasta 60 por ciento de las mujeres y niñas que atraviesan México,
sufren algún tipo de violencia sexual”, indicó.
Zapico
recordó que las mujeres centroamericanas antes de viajar a México se inyectan
anticonceptivos de larga duración, para evitar un embarazo ante la posibilidad
de ser violadas en el trayecto de la Ruta del Migrante.
Según el
Informe Especial sobre Secuestro de Migrantes en México de la Comisión Nacional
de Derechos Humanos (CNDH) publicado en 2011, existen distintas cifras sobre la
cantidad de migrantes indocumentados que transitan por el país.
Los datos de
la Subsecretaría de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría
de Gobernación (SEGOB), anualmente ingresan 150 mil centroamericanos, pero
organismos de la sociedad civil aseguran que son 400 mil.
Sobre la
cantidad de migrantes secuestrados, las cifras que las autoridades le reportan
a la CNDH son marginales. Pero de acuerdo con el trabajo de campo que realizó
la Comisión donde entrevistó a 68 mil 095 personas, la violencia en contra de
los migrantes no disminuye, sino se incrementa y el crimen organizado se
especializa para cometer sus ilícitos.
“En un
periodo de seis meses se documentó un total de 214 eventos de secuestro, de los
cuales, según el testimonio de las víctimas y testigos de hechos, resultaron 11
mil 333 víctimas. Esta cifra refleja que no han sido suficientes los esfuerzos
gubernamentales por disminuir los índices del secuestro en perjuicio de la
población migrante”, dice el documento.
En cuanto a
las víctimas de secuestro 44.3% por ciento son hondureños; 16.2 por ciento
salvadoreños; 11.2 por cuento guatemaltecos; 10.6 por ciento mexicanos; 5 por
ciento cubanos; 4.4 por ciento nicaragüenses; 1.6 por ciento colombianos y 0.5
por ciento de ecuatorianos.
La CNDH
documentó que 67.4 por ciento de los ilícitos sucedieron en el sureste del país
(Veracruz, Tabasco y Chiapas); 29.2 por ciento en el norte y 2.2 por ciento en
el centro.
En gran
parte de los casos, las víctimas denuncian colusión entre las corporaciones
policiacas, personal del Instituto Nacional de Migración (INM) e instituciones
de Seguridad Pública estatal y federal, con las bandas del crimen organizado.
Existen otra
serie de datos recabados directamente por los activistas sociales que trabajan
en los albergues, como Rubén Figueroa y Fray Tomás, quienes reconocen a los
criminales físicamente, a través de tatuajes, rostros y apodos. Conocen sus
movimientos y modus operandi, y a pesar de ello y de las denuncias penales que
han realizado, siguen libres y cometen ilícitos con libertad.
De acuerdo
con Fray Tomás González Castillo del total de indocumentados que pasan por
Tenosique 15 por ciento son menores de edad entre nueve a 17 años; 10 por
ciento son mujeres; 2 por ciento madres con niños y embarazadas y la gran
mayoría, 90 por ciento, son hombres.
La ruta más
peligrosa para los migrantes en el sureste es la que inicia en Tenosique –desde
que inician su camino a pie ya son víctimas de robo y ataques sexuales–, hasta
la que se extiende a lo largo de las vías ferroviarias.
Un
indocumentado tarda 20 días aproximadamente para llegar por tren a alguno de
los estados fronterizos con Estados Unidos.
“Las
amenazas vienen desde miradas. Si me ven en las vías me dicen que me van a
matar. Algunas las he hecho públicas, otras no. Ellos están cazando a sus
víctimas y son asesinos. Es una labor muy peligrosa, pero yo tengo que ser muy
cabrón para defender a los migrantes. Conocer sus operaciones, ubicarlos, saber
quiénes son”, dijo Rubén Figueroa en abril, cuando aún se encontraba en el
albergue La 72.
Organizaciones
como Amnistía Internacional han documentado la violencia contra las mujeres
migrantes.
En su
informe Víctimas Invisibles, Migrantes en Movimiento en México, la organización
dice que existe un consenso entre organizaciones civiles y de salud, donde
revelan que seis de cada 10 mujeres y niñas indocumentadas son violadas en el
país.
El peligro
principal es para aquellas que viajan por la zona del tren, pues son presas de
bandas delictivas, traficantes de personas, otros migrantes o funcionarios públicos
corruptos.
2013, UN AÑO
VIOLENTO
En el tema
migratorio, la administración de Enrique Peña Nieto, no solo no cuenta con
avances, sino que la situación empeoró en lo que va del año, dijo Javier
Urbano.
El
especialista explicó que el Gobierno Federal solo se quedó en declaraciones y
buenas intenciones, pero en poco trabajo de campo.
“La
situación respecto a la administración de Felipe Calderón no se ha movido, se
ha agravado. Hace un año o dos el cobro de los 100 dólares arriba del tren a
los migrantes no existía, es un tema de esta administración. Se agravaron las
violaciones a las mujeres, se multiplicaron las extorsiones, secuestros, han
aparecido cosas emergentes, no sólo no mejora, sino que empeora”, dijo.
El 2 de
mayo, en el tramo de Canticas en el kilómetro 25 del municipio de Cosoleacaque,
Veracruz, más de 300 migrantes fueron atacados a machetazos, con armas de fuego
y lanzados del tren por no poder pagar la cuota de los 100 dólares.
Un hecho que
el gobierno de Veracruz negó al declarar que se trató de una riña entre
personas alcoholizadas.
A finales de
ese mes, elementos de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos
Cometidos en Contra de Inmigrantes detuvieron a una banda de extorsionadores
que operaba en la zona ferroviaria de Palenque, Chiapas.
Hace unos
días el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos
(IFAI) dio a conocer que del 23 de septiembre de 2012 a la misma fecha de 2013,
se registraron 23 muertes de migrantes en 15 accidentes de tren.
Esta
información se desprendió de la información que el Instituto Nacional de
Migración (INM) proporcionó a un particular que solicitó conocer el número de
migrantes fallecidos y el total de accidentes del tren conocido como “La
Bestia”.
En un
comunicado el IFAI precisó que en primera instancia el órgano de la Secretaría
de Gobernación orientó la solicitud a la Procuraduría General de la República
(PGR) y a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
“Por
conducto de la Dirección General de Protección al Migrante y Vinculación,
manifestó que los Grupos Beta de Protección a Migrantes dan aviso a la
autoridad ministerial de los accidentes que ocurren en rutas de flujo
migratorio, para los trámites de rigor”, dijo.
De acuerdo
con información proporcionada por las delegaciones del INM de Chiapas,
Coahuila, Guanajuato, Tabasco y Veracruz, en la primera entidad se reportaron
tres fallecidos en siete accidentes, y uno en igual número de accidentes en el
segundo y tercer estados.
Mientras que
en Tabasco se tiene un registro de 11 fallecidos en un accidente y en Veracruz
reportó siete fallecidos en cinco incidentes.
Migrantes y
activistas han denunciado que las muertes que ocurren a bordo de “La Bestia”,
en su mayoría, son asesinatos del crimen organizado.
El 26 de
noviembre al menos dos migrantes que viajaban sobre ”La Bestia” cerca de
Acayucan, Veracruz, perdieron la vida luego de que un grupo armado abriera
fuego contra los tripulantes del tren de carga que no les pagaron una “cuota”.
De acuerdo
con reportes de la prensa local, el ataque ocurrió entre Medias Aguas y Juan
Rodríguez Clara, cuando el grupo de migrantes que se transportaba se negó
aportar la cantidad solicitada por los criminales.
Versiones de
algunas personas que alcanzaron a huir y que son citadas por la prensa de
Veracruz refieren que el número de víctimas podrían llegar a ser hasta de 10.
La
Procuraduría General de Justicia Estatal (PGJE) sólo reconoció a dos personas
muertas.
Al parecer
cuatro sujetos de origen hondureño, dos de ellos portando armas de fuego y los
otros dos, armas blanca, exigieron la “cuota” de 100 dólares a los
indocumentados para poder continuar su camino; sin embargo, ante la negativa de
alguno de ellos fue como inició la agresión.
Extraoficialmente
se indicó que los sobrevivientes pidieron apoyo a los policías de Juan
Rodríguez Clara y los cuerpos de auxilio, quienes acudieron a las vías donde
trascendió el hallazgo de los cuerpos sin vida.
La
delegación en Veracruz del Instituto Nacional de Migración informó que ya se
investiga los hechos para dar con las causas que desataron la violencia. Los
primeros informes señalan que hay 18 personas rescatadas que viajaban con los
agredidos. Además de un joven de 34 años que responde al nombre de Gilberto
“N”, que está herido e internado en el Hospital Regional de Oluta.
Una semana
después de este suceso, el 3 de diciembre, un comando armado asaltó y desnudó
alrededor de 100 migrantes que viajaban en “La Bestia”.
El ataque
ocurrió en el punto conocido como “Corazones Chahuites” en el tramo Arriaga,
Chiapas- Ciudad Ixtepec, Oaxaca.
De acuerdo
con la denuncia que presentaron los agredidos la noche del lunes a las
autoridades de la Subprocuraduría Regional de Justicia y de la Fiscalía
Especial para la Atención al Migrante, en el albergue “Hermanos en el Camino”
de Ciudad Ixtepec, el asalto se registró alrededor de las tres y media de la
madrugada.
“Los
maquinistas pararon el tren porque en las vías habían palos y se obstruía el
paso, fue ahí cuando alrededor de 10 personas con armas y machetes nos
abordaron. A punta de mentadas y golpeando los machetes en los vagones nos
bajaron. Nos quitaron todo, ropa, dinero, mochilas, zapatos y nos dejaron en
calzones”, narró Timoteo Cazun Ruan, salvadoreño asaltado.
El padre
Alejandro Solalinde denunció este nuevo asalto y señaló al maquinista como
copartícipe del atraco, ya que detuvo la locomotora en el tramo denominado Los
Corazones, sitio donde eran esperados por un grupo de sicarios que portaban
armas de fuego y machetes, quienes únicamente pudieron controlar a los
migrantes de un sólo vagón, donde viajan alrededor de cien personas.
“Los bajaron
del vagón y los desnudaron por completo para poder quitarles todo lo que
traían; sólo los dejaron en paños menores”, afirmó Solalinde.
El clérigo
exigió a las autoridades responsables investigar el asalto masivo. Al gobierno
de Oaxaca de Gabino Cué Monteagudo le solicitó implementar mejor la Fiscalía
Especial de Atención al Migrante y que busque mejores estrategias de
protección.
Asimismo
exigió al Estado mexicano exigió velar por la integridad de los miles de
migrantes que atraviesan el territorio, ya que está obligado a hacerlo.
De acuerdo
con reportes de prensa, muchos de los migrantes saltaron del tren al ver al
grupo de asaltantes y huyeron entre los matorrales.
El resto que
no pudo correr se le arrebató toda la pertenencia que traían dejándolos sólo en
ropa interior, algunos de ellos fueron golpeados en las espaldas con la parte
plana de los machetes.
Las víctimas
relataron que los asaltantes tenían el acento mexicano, por lo que se sospecha
que el grupo sea de la zona de Chahuites.
El
especialista Javier Urbano de la UIA dijo que esto sucede por el
desconocimiento de los funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM)
de la legislación y la falta de sensibilidad en derechos humanos de los
encargados de llevar el tema en México.
“El perfil
del actual comisionado del Instituto no tiene las credenciales ni requisitos,
ni perfiles, para hacerse cargo de una responsabilidad. Este mensaje indica el
grado de irresponsabilidad del gobierno de Peña Nieto. No ha habido una lectura
adecuada, la narrativa del gobierno del mexicano sigue siendo la misma
narrativa migratoria de criminalizar por mucho que digan”, dijo.
Agregó que
hace falta capacitación a las autoridades migratorias, así como una
verificación efectiva de la Ruta del Migrante.
“Un punto
que me preocupa es la falta de protocolos de protección para los defensores de
migrantes. Las amenazas han empeorado durante esta administración. Por último
en el tema de los desaparecidos, no existe una estructura formal para la
búsqueda de los migrantes que desaparecen en su paso por México”.
Urbano
propuso que el Gobierno Federal revise la legislación y le otorgue más
facultades para actuar en la materia a los gobiernos locales.
“Está muy
centralizado todo, hay que darle mayor flexibilidad a la Ley para que actúen
los gobiernos”, indicó.
El experto
agregó que México puede ser un ejemplo en materia de cooperación etiqueta
recursos para apoyar a los países centroamericanos que expulsan migrantes.
“Es la única
forma de que no salgan de sus países. México tiene muy bien identificados de
qué regiones vienen. Vía del incentivo de desarrollo se podría ayudar a que no
se vengan para acá. Los que trabajamos con ellos no quisiéramos verlos en el
tren”, finalizó.
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