Descubren tumba de gobernante prehispánico en Copalita en Huatulco, Oaxaca
https://noticias-ixtepec.blogspot.com/2012/10/descubren-tumba-de-gobernante.html
Arqueólogos
del INAH hallaron el sepulcro de un personaje que posiblemente dirigió hace
1,300 años el lugar hoy conocido como Bocana del Río Copalita, en Huatulco,
Oaxaca.
El esqueleto
del personaje tenía una ofrenda, de la que destaca un fémur cortado que servía
como bastón de mando; alrededor de la tumba se descubrieron 38 entierros más.
El sepulcro
de un personaje que posiblemente dirigió hace 1,300 años el lugar hoy conocido
como Bocana del Río Copalita, en Huatulco, Oaxaca, fue descubierto por
investigadores en el área ceremonial de ese sitio arqueológico, donde también
se hallaron otros 38 entierros, algunos de los cuales son de individuos que se
cree formarían parte del grupo en el poder.
Los
hallazgos de los enterramientos prehispánicos se registraron durante la sexta
temporada de investigación que desarrollan especialistas del Instituto Nacional
de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), en torno a la fachada superior del
Templo Mayor del sitio, donde se concentró la elite; ahí los arqueólogos
detectaron un sepulcro hecho con bloques de piedra de mampostería, de 1.8
metros de altura y 1 de ancho, que contenía la osamenta de un individuo,
posiblemente del sexo masculino, que al momento de su muerte tenía entre 20 y
23 años de edad.
El
arqueólogo Raúl Matadamas Díaz, director del proyecto de investigación en
Bocana del Río Copalita, informó que se estima que el sepulcro—el primero que
se descubre en el sitio— data de 700 d.C., y aunque no se ha determinado su
filiación cultural, podría estar asociado a antiguos grupos que tuvieron
contacto con zapotecas de los Valles Centrales de Oaxaca.
El
investigador del INAH abundó que el esqueleto contenido en la tumba estaba
acompañado por una ofrenda, de la cual destaca un fémur cortado que quizá
servía como bastón de mando. “Este hallazgo —destacó— ayudará a entender las
prácticas funerarias de las civilizaciones que ocuparon Copalita,
principalmente del grupo gobernante, del cual hasta ahora no teníamos
información”.
El personaje
hallado, dijo, portaba un collar de cinco cuentas de jade, y sobre la caja
toráxica restos de tres bolsitas, que en el momento de ponerlas sobre su pecho
debieron contener pintura roja, pues algunas de sus costillas están manchadas
con este pigmento; así como un hacha de piedra blanca de río, de 20 cm de
largo, cuyo filo está pintado de rojo”.
El resto de
los objetos con que fue sepultado el individuo, corresponden a seis vasijas de
cerámica color café y crema localizadas a un lado de su fémur derecho; además
de un plato de cerámica roja que contenía dos huesos de aves y dos navajillas
de obsidiana gris, que estaban al lado derecho del cráneo.
Matadamas
Díaz comentó que como parte de la ofrenda también se localizó -—a un lado del
hacha—, un fragmento de hueso que aún no han podido identificar claramente
debido a su destrucción, pero que suponen se trata de un peroné que quizá
sirvió como mango de esa herramienta.
El
arqueólogo explicó que la tumba originalmente tuvo una bóveda de lajas, que en
algún momento se derrumbó, tal como lo dejan ver los fragmentos que cayeron
sobre la ofrenda y la osamenta cubriéndolos, y que a su vez sirvieron como
protección.
“Alrededor
de la sepultura también descubrimos los entierros de 22 individuos más, de los
cuales sobresalía el de un personaje femenino que estaba boca abajo, posición
que por primera vez se encuentra en el sitio prehispánico, lo cual, quizá
indique un acto de sumisión hacia el personaje contenido en la tumba. La
osamenta portaba dos orejeras de jade y una cuenta localizada en sus vértebras
lumbares”, mencionó Raúl Matadamas.
El
especialista del Centro INAH-Oaxaca comentó que sobre el esqueleto femenino
había cuatro vasijas, de las que sobresale un cajete decorado con un glifo en
relieve que tiene la representación de un búho en medio de dos serpientes,
imagen que se repite en todo el contorno de la pieza y que está asociada a los
antiguos zapotecos de los Valles Centrales de Oaxaca.
Matadamas
Díaz agregó que en la base de la misma pieza se observan también las figuras
simétricas de un lagarto abriendo sus fauces, de donde se asoma el rostro de un
hombre que tiene frente a él la voluta de la palabra, que tal vez se relacione
con las culturas de la costa de Huatulco.
“Dichos
símbolos serán estudiados a detalle, para ver si es posible dilucidar a través
de ellos, la cosmovisión desarrollada durante el periodo comprendido entre 700
y 800 después de Cristo, por los grupos poblacionales que se asentaron en la
urbe de Copalita, e identificar al personaje contenido en la tumba”, adelantó
el arqueólogo.
El
investigador del INAH señaló que los 22 entierros que se encontraron alrededor
del sepulcro datan de 700 y 800 d.C., por lo que se infiere que hubo una
continuidad en el uso de ese espacio específicamente con fines mortuorios, y
debido a su localización (en el Templo Mayor del sitio prehispánico donde
residió la clase gobernante), es un área en la que únicamente eran colocadas
las osamentas de individuos de alto rango o de la élite predominante del lugar.
Raúl
Matadamas añadió que al ampliar el área de exploración en torno a dicha
edificación, se hallaron además otros 16 restos óseos a distancia de la tumba.
“Corresponden a una temporalidad anterior, pues de acuerdo con los materiales
de cerámica que los acompañaban, se trata de individuos que fueron colocados
entre 300 y 700 después de Cristo”.
En total
suman 39 osamentas descubiertas por los arqueólogos, incluida la que estaba en
el sepulcro, de la cuales tres corresponden a niños menores de seis años de
edad, que estaban contenidos en vasijas; cabe decir que los arqueólogos
hallaron un cuarto esqueleto de un infante (de aproximadamente seis años), pero
éste fue colocado directamente sobre la tierra.
De acuerdo
con el arqueólogo Matadamas Díaz, de las 38 osamentas, seis estaban flexionadas
y el resto totalmente extendidas; además, 25 de los individuos tenían algún
tipo de ofrenda compuesta por elementos de jade (hasta el momento se han
encontrado 10 piezas de este material) o por piezas de cerámica como platos,
cajetes, barriles, jarros y comales, que en su conjunto suman alrededor de 30
objetos semicompletos.
La Zona
Arqueológica Bocana del Río Copalita fue ocupada por diversos grupos culturales
entre 600 a.C. y 1519 d.C., entre ellos: el asentamiento de mixe-zoques (el más
antiguo para el sitio), zapotecos de los Valles Centrales de Oaxaca, grupos
poblacionales del Istmo de Tehuantepec; así como chontales y mixtecos
(alrededor de 1100 d.C.), hasta la llegada de los españoles a principios del
siglo XVI cuando se dio el abandono del lugar debido a una epidemia, según
registros que dejaron cronistas españoles.
Todos los
materiales recuperados en la zona arqueológica son trasladados al Centro INAH
en Oaxaca para ser registrados a detalle y analizados.
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