¿QUÉ LE ESPERA AL PRESIDENTE?
https://noticias-ixtepec.blogspot.com/2012/12/que-le-espera-al-presidente.html
LA X EN LA FRENTE .
Moisés MOLINA .
Los mexicanos hoy nos
encontramos sumidos en la desesperanza. Casi nadie espera mucho del Presidente.
Los cientos de miles de activistas y simpatizantes, que lo fueron durante la
campaña, lo reciben gozosamente, es una fiesta, un triunfo de ellos como de
nadie. Algunos ven recompensada una larga y paciente espera de 12 años y otros
más ven retribuido solo su esfuerzo de unos meses. En las gradas de enfrente,
los cientos de miles que se volcaron promoviendo el voto o entregando sus
simpatías a las restantes opciones, incluidos quienes le combatieron por
sistema, independientemente de sus simpatías hacia algún otro candidato, están
ya, en su mayoría resignados. Pareciera que la presidencia, por esta ocasión se
agotó con el triunfo y la derrota. Poco importa lo que pase después. Es un
sexenio que empieza con expectativas desdibujadas.
En México desaparecieron los
parámetros. El bono de esperanza que mayoritariamente los mexicanos entregaron
en el histórico año 2000 fue dilapidado de una manera indolente y el
calderonato terminó de dispendiarlo haciendo del país, un rastro. En este
proceso, escasos fueron los que acudían a las casillas con esperanza en el
bolsillo, la inmensa mayoría habían canjeado ya, en dos consultas, lo que les
quedaba. No quedaba mucho, ni siquiera para AMLO, con todo y su promesa de
“república amorosa”. El voto no fue de esperanza, más bien de militancia,
conveniencias, castigo y en no pocos casos, resultante de una extraña
seducción.
De lo poco claro que hay en
los deseos de nuestra gente, sobresale el alto a la violencia. Lo demás, ahora
sí, parece ser lo de menos. Por ello, Peña Nieto inicia con ventaja, en un país
donde al cabo de dos sexenios, el absoluto es el desencanto.
De acuerdo a la encuesta del
Gabinete de Comunicación Estratégica, la mitad de los mexicanos cree que Peña
Nieto ganó con trampas, pero no pasa nada. A fin de cuentas, creen que ganó, de
nueva cuenta “haiga” sido como “haiga” sido y la oposición recalcitrante
condensada en el #yosoy132, se diluyó sospechosamente. Algunos, incluso, se
refugiaron en el odiado enemigo. Los opositores por sistema, obradoristas a
ultranza, siempre estarán y cumplirán su función durante el peñato. Parece ser
que estarán más presentes en los medios de comunicación que en el sistema
político mismo.
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