https://noticias-ixtepec.blogspot.com/2014/06/reforma-energetica-pero-que-necesidad.html
DIEGO
FERNÁNDEZ DE CEVALLOS
Por supuesto
que es urgente tener una buena legislación secundaria en materia energética.
Ahora bien, en democracia es legítimo, natural y conveniente disentir si para
ello hay argumentos. Aprovecho para felicitar a Alfonso Cuarón por ejercer su
libertad y al gobierno federal por responderle con respeto y dar sus razones.
Voy al punto. El secretario de Gobernación
dijo que no debe aplazarse el trámite legislativo en materia energética. Se
conoce el peso de sus palabras por lo que significa ese cargo y por las razones
que las sustentan. Existe el calendario que para el efecto fue aprobado, pero
adviértase que, accidentalmente o como algo a propósito, coincide con los
tiempos de la próxima competencia futbolera. Lo que resulta inaceptable es
sostener —como dijo un legislador— que aplazarlo
implicaría detener la vida de la República. La vida de la República abarca
mucho más y la propuesta no conlleva parálisis, inacción u olvido.
La razón y la sensibilidad aconsejan analizar
la otra parte del tablero del ajedrez:
Si PAN y PRI consideran que, a falta de
mejores argumentos, el PRD alega que se señalaron con dolo esos días para que
el pueblo esté distraído, es torpe responder que eso ofende al pueblo por considerarlo
irresponsable, inmaduro y blablablá.
Los opositores a la reforma jamás la
aprobarán, pero será sensato conceder la prórroga y así acreditar a los
mexicanos que no hay trampa en el procedimiento. Cuatro semanas no modificarán
lo que ya se decidió por votación calificada y que ahora requiere de mayoría
simple. Si hay razón para no modificar el calendario, que se nos diga.
La distracción de algunos legisladores por la
Copa —me refiero a la deportiva— es la que debe tomarse en cuenta, es posible y
probable; hay antecedentes que nos recuerdan lo inconveniente de algunas fechas
para el buen desempeño de nuestros legisladores.
Aplazarla treinta días puede servir para
mejorar la ley. Ciertamente hay avances importantes, mismos que comentaré
próximamente; sin embargo, falta establecer, definir y precisar algo
fundamental: la INVERSIÓN PASIVA. Esto es, que todo mexicano, rico o pobre,
pueda invertir sus ahorros en la industria energética nacional a través de
vehículos financieros especializados y seguros. Así de claro y de trascendente.
Se trata de que donde van a ganar los pocos puedan ganar los muchos; que donde
entrarán grandes capitales extranjeros haya lugar para los pequeños capitales
mexicanos. Esta opción es de elemental justicia.
Señores legisladores: si se sabe que no
llegarán de inmediato los beneficios de la apertura, ¿será irresponsable
aplazar treinta días el trámite, incorporar mejoras a la ley —que ciertamente
será aprobada—, y reducir quejas que, con razón o sin ella, manchen reforma tan
importante? Piénsenlo. Pudo ser coincidencia que la reforma constitucional se
decidiera el día de la Virgen de Guadalupe, pero una segunda coincidencia hace
dudar. Evítenla. En última instancia, como dice la canción: ¡pero qué
necesidad!
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