Inicia proceso electoral 2013
https://noticias-ixtepec.blogspot.com/2012/11/inicia-proceso-electoral-2013.html
MARIO ARTURO MENDOZA FLORES
El próximo día miércoles 14 de noviembre, inicia oficialmente el proceso electoral 2013 en el estado de Oaxaca, mismo que tiene como finalidad la elección de 152 Presidentes Municipales bajo el sistema de Partidos Políticos, de 25 diputados por la vía de mayoría y de 17 por el método de representación proporcional, mismos que serán electos mediante el voto directo el Domingo 7 de Julio. Por tal motivo, el pasado mes de septiembre el Consejo Electoral del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) a través de su Presidente, el Maestro Alberto Alonso Criollo, lanzó la convocatoria para la designación de 25 Presidentes de igual número de Consejos Electorales Distritales, 152 Presidentes de Consejos Municipales , 100 Consejeros Distritales y 600 Consejeros Municipales, todo con el propósito de garantizar unas elecciones bajo los preceptos de legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad que se encuentran establecidas en las disposiciones del recién modificado y aprobado Código de Instituciones y Procedimientos Electorales del estado de Oaxaca (CIPPEO).
Estas serán las primeras elecciones de las llamadas "intermedias" del actual gobierno, las que se desarrollarán bajo un escenario totalmente distinto a las registradas hace tres años (4 de julio del 2010) cuando el gobernante en turno pertenecía al Partido Revolucionario Institucional (Ulises Ruiz) y cuando se elegía al que a la postre resultó Gobernador del estado, Gabino Cué Monteagudo. Recordemos que en ese entonces se logró una gran convocatoria a los partidos opositores al PRI, conformándose la Coalición "Unidos por la Paz y el Progreso" integrada por los institutos políticos PAN, PRD, PT y Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano). En contraparte se formó la alianza "Por la Transformación de Oaxaca" integrada por el PRI y el PVEM; participando solos los partidos Unidad Popular y Nueva Alianza. Comparto estos antecedentes, puesto que será sumamente significativo el corroborar como máximo el próximo mes de febrero si nuevamente se logra una Coalición de Partidos similar a la del 2010 o habrá cambios en su integración. ¿Pero de qué depende?
Sin duda que son varios los factores los que habrán de influir en que se ratifique el paso hacia la consolidación democrática o se modifique: la visión de éxito o fracaso de las Coaliciones que deberá determinarse mediante un análisis serio, responsable e imparcial de sus objetivos; el equilibrio en el gobierno actual de los partidos que la integran, los niveles de avances de cambio ofertado durante la campaña y a casi dos años de gobierno coalicionista, la determinación de las direcciones nacionales de cada instituto político según su estrategia particular, así como la distribución de participación partidista en las próximas candidaturas para cada uno de los partidos políticos. Nada fácil desde el lugar que se le quiera mirar. Y no resulta fácil porque de entrada ninguno de los partidos que integraron esa Coalición se siente debidamente representado en los espacios gubernamentales. El PRD le reclamó durante una audiencia pública al Gobernador su exclusión, aunque luego en una mesa de trabajo que se instaló para tal efecto se revisaron las posiciones y hubo un reposicionamiento al respecto. El PAN en voz de su dirigente estatal Juan Iván Mendoza y de su dirigente Nacional Gustavo Madero, hicieron lo propio, señalando que el número de votos aportados al triunfo electoral de la Coalición no corresponde a las posiciones que consideran deberían tener en el gabinete estatal, aunque hace un par de días también rectificaron su posición después de una plática privada con el Gobernador. El Movimiento Ciudadano (antes Convergencia) cayó en una disputa que mejor cuando era oposición al gobierno nunca tuvo y que ha influido en un distanciamiento entre el partido que enarboló e impulsó la candidatura de Cué Monteagudo y su actual dirigencia; lo que ha derivado también en la falta de espacios para sus militantes, lo que lo ha llevado a considerar su participación en forma particular. El PT es el único partido que al tener posiciones dentro de la estructura gubernamental, no se ha manifestado en tal sentido. Si a todo lo anterior le agregamos la reciente conformación de MORENA, la situación se mira aún más compleja.
Pero esto no es propio de los partidos que formaron la Coalición, pues también en el partido tricolor no se miran las cosas con claridad. Apenas el pasado día de muertos, fue nombrada su nueva dirigencia quedando al frente de dicho partido Salvador Sánchez y como Secretario General Alejandro Avilés, lo que de inmediato fue motivo de rechazo y de crítica por parte de algunos de sus militantes distinguidos, quienes públicamente denunciaron el secuestro de su instituto político, así como la dificultad para alcanzar su unidad con miras al proceso 2013. Las principales críticas se centraron en contra de su Secretario General, a quien señalan de no contar con buenos antecedentes. El nombramiento de su dirigencia y la elección de quien habrá de presidir los trabajos del Congreso Estatal en el último periodo ordinario, augura una lucha intestina a su interior que sumado a la definición de quienes habrán de ser sus candidatos, proyectan un escenario nada favorable para el PRI y su posible reposicionamiento, lo anterior a pesar de que a partir del 1 de Diciembre tendrán un Presidente de la República emanado de sus filas. Como uno lo ve desde afuera, la disputa por el poder de los grupos más representativos del tricolor, va para largo.
Por lo que será a partir de que se de el banderazo de salida para el proceso electoral 2013, como iremos viendo cómo se van acomodando las cosas; insisto, no será una tarea sencilla, pero de la visión de futuro que se tenga de nuestro estado, será determinante para consolidar la transición democrática o para retroceder algunos pasos en su avance. Dada la disputa que se mira al interior de casi todos los partidos políticos, será la visión del que a la postre resulte candidato y no el sello del partido, el que termine por definir el voto ciudadano. El efecto, como el visto el pasado 1 de julio, que llevó al triunfo a diversos candidatos, no tendrá la misma influencia en las elecciones intermedias. De ahí la importancia de tomar decisiones inteligentes, para que después nadie se lamente por su mal proceder.
¡Se va a poner bueno!
Twiter: @Mario_Mendoza_F
El próximo día miércoles 14 de noviembre, inicia oficialmente el proceso electoral 2013 en el estado de Oaxaca, mismo que tiene como finalidad la elección de 152 Presidentes Municipales bajo el sistema de Partidos Políticos, de 25 diputados por la vía de mayoría y de 17 por el método de representación proporcional, mismos que serán electos mediante el voto directo el Domingo 7 de Julio. Por tal motivo, el pasado mes de septiembre el Consejo Electoral del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) a través de su Presidente, el Maestro Alberto Alonso Criollo, lanzó la convocatoria para la designación de 25 Presidentes de igual número de Consejos Electorales Distritales, 152 Presidentes de Consejos Municipales , 100 Consejeros Distritales y 600 Consejeros Municipales, todo con el propósito de garantizar unas elecciones bajo los preceptos de legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad que se encuentran establecidas en las disposiciones del recién modificado y aprobado Código de Instituciones y Procedimientos Electorales del estado de Oaxaca (CIPPEO).
Estas serán las primeras elecciones de las llamadas "intermedias" del actual gobierno, las que se desarrollarán bajo un escenario totalmente distinto a las registradas hace tres años (4 de julio del 2010) cuando el gobernante en turno pertenecía al Partido Revolucionario Institucional (Ulises Ruiz) y cuando se elegía al que a la postre resultó Gobernador del estado, Gabino Cué Monteagudo. Recordemos que en ese entonces se logró una gran convocatoria a los partidos opositores al PRI, conformándose la Coalición "Unidos por la Paz y el Progreso" integrada por los institutos políticos PAN, PRD, PT y Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano). En contraparte se formó la alianza "Por la Transformación de Oaxaca" integrada por el PRI y el PVEM; participando solos los partidos Unidad Popular y Nueva Alianza. Comparto estos antecedentes, puesto que será sumamente significativo el corroborar como máximo el próximo mes de febrero si nuevamente se logra una Coalición de Partidos similar a la del 2010 o habrá cambios en su integración. ¿Pero de qué depende?
Sin duda que son varios los factores los que habrán de influir en que se ratifique el paso hacia la consolidación democrática o se modifique: la visión de éxito o fracaso de las Coaliciones que deberá determinarse mediante un análisis serio, responsable e imparcial de sus objetivos; el equilibrio en el gobierno actual de los partidos que la integran, los niveles de avances de cambio ofertado durante la campaña y a casi dos años de gobierno coalicionista, la determinación de las direcciones nacionales de cada instituto político según su estrategia particular, así como la distribución de participación partidista en las próximas candidaturas para cada uno de los partidos políticos. Nada fácil desde el lugar que se le quiera mirar. Y no resulta fácil porque de entrada ninguno de los partidos que integraron esa Coalición se siente debidamente representado en los espacios gubernamentales. El PRD le reclamó durante una audiencia pública al Gobernador su exclusión, aunque luego en una mesa de trabajo que se instaló para tal efecto se revisaron las posiciones y hubo un reposicionamiento al respecto. El PAN en voz de su dirigente estatal Juan Iván Mendoza y de su dirigente Nacional Gustavo Madero, hicieron lo propio, señalando que el número de votos aportados al triunfo electoral de la Coalición no corresponde a las posiciones que consideran deberían tener en el gabinete estatal, aunque hace un par de días también rectificaron su posición después de una plática privada con el Gobernador. El Movimiento Ciudadano (antes Convergencia) cayó en una disputa que mejor cuando era oposición al gobierno nunca tuvo y que ha influido en un distanciamiento entre el partido que enarboló e impulsó la candidatura de Cué Monteagudo y su actual dirigencia; lo que ha derivado también en la falta de espacios para sus militantes, lo que lo ha llevado a considerar su participación en forma particular. El PT es el único partido que al tener posiciones dentro de la estructura gubernamental, no se ha manifestado en tal sentido. Si a todo lo anterior le agregamos la reciente conformación de MORENA, la situación se mira aún más compleja.
Pero esto no es propio de los partidos que formaron la Coalición, pues también en el partido tricolor no se miran las cosas con claridad. Apenas el pasado día de muertos, fue nombrada su nueva dirigencia quedando al frente de dicho partido Salvador Sánchez y como Secretario General Alejandro Avilés, lo que de inmediato fue motivo de rechazo y de crítica por parte de algunos de sus militantes distinguidos, quienes públicamente denunciaron el secuestro de su instituto político, así como la dificultad para alcanzar su unidad con miras al proceso 2013. Las principales críticas se centraron en contra de su Secretario General, a quien señalan de no contar con buenos antecedentes. El nombramiento de su dirigencia y la elección de quien habrá de presidir los trabajos del Congreso Estatal en el último periodo ordinario, augura una lucha intestina a su interior que sumado a la definición de quienes habrán de ser sus candidatos, proyectan un escenario nada favorable para el PRI y su posible reposicionamiento, lo anterior a pesar de que a partir del 1 de Diciembre tendrán un Presidente de la República emanado de sus filas. Como uno lo ve desde afuera, la disputa por el poder de los grupos más representativos del tricolor, va para largo.
Por lo que será a partir de que se de el banderazo de salida para el proceso electoral 2013, como iremos viendo cómo se van acomodando las cosas; insisto, no será una tarea sencilla, pero de la visión de futuro que se tenga de nuestro estado, será determinante para consolidar la transición democrática o para retroceder algunos pasos en su avance. Dada la disputa que se mira al interior de casi todos los partidos políticos, será la visión del que a la postre resulte candidato y no el sello del partido, el que termine por definir el voto ciudadano. El efecto, como el visto el pasado 1 de julio, que llevó al triunfo a diversos candidatos, no tendrá la misma influencia en las elecciones intermedias. De ahí la importancia de tomar decisiones inteligentes, para que después nadie se lamente por su mal proceder.
¡Se va a poner bueno!
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