Joven acusado matar a un niño en Puebla padece retraso mental y fue golpeado por policías.

Luego de que la Procuraduría General de Justicia (PGJ) diera a conocer que esclareció, supuestamente, el asesinato de un menor de nueve años, encontrado el pasado 15 de diciembre en la comunidad de El Progreso, Hueytamalco, en el municipio de Teziutlán, Puebla, familiares y amigos del acusado piden apoyo de organismos de derechos humanos y no gubernamentales para ayudar al acusado.

Y es que en la detención y el arraigo de Florentino Ernesto Francisco (Tino), de 19 años de edad, los elementos de la policía ministerial incurrieron en varias y graves faltas a los derechos fundamentales del joven, sobre todo si se tiene en cuenta que padece retraso mental.

De acuerdo con los familiares de Tino, los agentes lo sacaron de su domicilio con engaños el pasado 30 de diciembre, lo golpearon y luego lo presentaron a declarar en plena madrugada y bajo amenazas de seguir siendo golpeado, sin estar acompañado de un abogado o representante legal, obligándolo a reconocer su culpabilidad en un delito que posiblemente nunca cometió.

De acuerdo con testimonios de familiares y amigos, Tino y su hermana fueron abandonados en medio de la lluvia por su madre cuando él tenía solamente seis años, luego encontraron a una familia generosa que se hizo cargo de ellos.

Pese a que su nueva familia trató de que Tino cursará la educación básica, en más de tres años de esfuerzos no lograron hacer que Tino aprendiera a leer o escribir, debido a su retraso mental, lamentablemente, la falta de recursos también les impidió buscar ayuda profesional que pudiera servir de algo al, entonces, pequeño.

También señalan que pese a que hoy en día cuenta con 19 años, Tino se comporta como si fuera un niño de 12 o de menos edad.

Indudablemente, este caso deberá ser revisado por las autoridades competentes, y la PGJ poblana deberá dejar de presumir que sus mastodontes lograron amedrentar a un pobre joven, que además de no contar con recursos para su defensa tiene el atenuante de padecer un retraso mental que le impide discernir el problema en el que lo han metido los agentes.