Secuestro masivo en México DF sin explicación aún
https://noticias-ixtepec.blogspot.com/2013/06/secuestro-masivo-en-mexico-df-sin.html
DF.— Era el
sábado 25 de mayo por la noche cuando empezó a llover y bajó la temperatura en
la ciudad de México. Por eso, Said Sánchez García, de 19 años, hizo una escala
en su casa para buscar algo para abrigarse. Había estado toda la tarde fuera y
ahora él y su amigo Jerzy Ortiz, de 16, se iban a un club nocturno en la
motoneta de Jerzy.
"Lo
único que le dije fue 'Ay hijo, está lloviendo, ya ni deberías de irte a ningún
lado''', recordó Josefina García. Fue la última vez que lo vio.
El domingo
por la noche llamó a la madre de Jerzy, Leticia Ponce, para ver si sabía dónde
estaban los muchachos. El martes, las dos madres fueron a la Procuraduría de
Justicia del Distrito Federal junto con otros familiares alarmados.
Los
muchachos desaparecieron junto con otros nueve, en un bar nocturno de la Zona
Rosa, en el centro de la Ciudad de México, luego de ser secuestrados por
hombres enmascarados fuertemente armados en camionetas, según el relato de un
hombre que pudo escapar.
Pero el
sábado, casi una semana después de la desaparición, el procurador capitalino
Rodolfo Ríos dijo que tras continuar la revisión de algunos videos de
vigilancia y haber practicado un cateo en el bar no se ha encontrado ninguna
evidencia de que en el lugar se hubiese presentado un comando con personas
fuertemente armadas.
En una rueda
de prensa en la que mostró fotografías tomadas de algunos de los videos con
imágenes de camionetas que se indagan si habrían participado en la
desaparición, el procurador señaló que tras la revisión del bar "no
encontramos señales de violencia ni en el interior ni en el exterior del
lugar".
Hasta ahora
se desconoce también el paradero de los 11.
Las madres
de Sánchez y Ortiz niegan que el secuestro haya tenido algo que ver con sus
hijos.
Ambas
reconocieron que los padres de los muchachos están presos por delitos
vinculados con drogas, pero Ponce dijo llorosa a los periodistas el viernes que
"si alguien quisiera hacernos algo, nos habría secuestrado a
nosotras".
El alcalde
capitalino Miguel Angel Mancera dijo el sábado a periodistas que si bien las
autoridades no pueden descartar ninguna línea de investigación, tampoco pueden
actuar con predisposición o influidos con "un estigma previo", en
relación a que los padres de dos de los jóvenes fueron acusados por
narcotráfico.
Interrogado
sobre si no pensaba que fuera la antesala de posibles ataques del crimen
organizado en la capital, Mancera aseguró que se trató de un hecho
"focalizado" y que "la ciudad de México tiene garantizada su
seguridad".
Días antes,
el 9 de mayo, fue muerto a golpes Malcolm Shabazz, nieto del fallecido Malcolm
X, en una pelea por una cuenta en otro bar de la ciudad mexicana. Dos camareros
han sido arrestados en este caso.
Los
familiares, que pasaron el viernes reunidos con fiscales federales y
capitalinos, exigieron ver las grabaciones tomadas desde los edificios que
miran a la calle estrecha del bar cerca del céntrico Paseo de la Reforma. El
bar está a media cuadra de un edificio de la Policía federal y a unas tres
cuadras de la embajada de Estados Unidos.
Empleados de
un comercio cercano dijeron haber notado desde hace tiempo actividad extraña y
música ruidosa en el edificio con el letrero "restaurante bar
Bicentenario". Algunos lo consideran un 'narcobar', por los automóviles
lujosos que llegan y salen. El club nocturno opera desde hace un año, calculan
los vecinos.
Operaba con
un nombre diferente del que figura en una licencia que expiró en 2009 y nunca
fue renovada. De todos modos seguía abierto. Humberto Huerta, un vocero de la
oficina capitalina responsable de inspeccionar bares y otros comercios, indicó
que apenas tiene 16 inspectores para supervisar 60.000 comercios.
Nadie vio
nada el domingo alrededor de las 10 de la mañana, cuando supuestamente ocurrió
el secuestro masivo, lo que parece increíble dado que la cercana avenida de la
Reforma estaba llena de gente ese día, por los paseos ciclistas que se hacen
todos los domingos.
Algunos
conjeturan que fue en represalia a los padres de los dos muchachos.
El vocero
del sistema correccional de la ciudad dijo que el padre de Sánchez, Alejandro
Sánchez, fue sentenciado en octubre de 2004 a 23 años de cárcel por extorsión,
delincuencia organizada, homicidio y robo. Está en una prisión de máxima
seguridad en la ciudad.
El padre de
Jerzy, Jorge Ortiz, conocido como "El tanque", fue arrestado el mismo
día que Sánchez y condenado por los mismos delitos y sentenciado a igual pena
de prisión. Fue transferido a una prisión de máxima seguridad por ser
considerado delincuente de alto riesgo.
Algunos
acusan a las autoridades de desestimar a las víctimas del secuestro porque
provienen de Tepito, una de las colonias más peligrosas de la ciudad y centro
de movimiento de contrabando, desde armas y drogas hasta artículos
falsificados.
"Mi
marido está preso desde muchos hace años", dijo García. "El no tiene
ningún problema con nadie, no se mete con nadie. Por eso sería mucho tiempo
para que trajera consecuencias, ¿no?"
En las
calles estrechas de Tepito, un bloque de unas 150 manzanas, hay puestos donde
se venden zapatillas llamativas y discos pirateados. La basura se acumula en
las esquinas y abundan los talleres de repuestos automotores de dudosa
procedencia.
Alma, una
estudiante de 21 años que no quiso dar su apellido, dijo que es común ver niños
ya desde los 10 años estar callejeando durante toda la noche y señaló que para
ellos los modelos son los hombres con motocicletas y automóviles deslumbrantes
sin medios visibles de ingresos.
Circulan
rumores de que los secuestros pueden haberse debido a una ofensiva de un
narcocartel para penetrar en el lucrativo mercado negro de Tepito, controlado
tradicionalmente por mafias y familias locales.
Según las
autoridades, los principales carteles de la droga suelen mover dinero o drogas
por la Ciudad de México, pero no operan directamente desde la capital, en parte
porque las calles atestadas y una fuerza policial de 70.000 efectivos dificulta
operar allí.
Como
consecuencia, la ciudad hasta ahora ha estado mayormente libre de secuestros o
asesinatos masivos como en otras partes de México, donde los carteles están en
guerra.
Sin embargo,
el delito arrecia en el barrio de Tepito, donde los que no son de la zona no
pueden entrar sin guías locales por temor a ser asaltados. Los empresarios
locales han financiado una fuerza de seguridad, integrada mayormente por 17 ex
convictos que patrullan las calles. Si sorprenden a un ladrón, lo entregan a la
Policía.
Miguel
Bárcenas, un imponente ex policía vestido de negro, dirige la fuerza, armada
solamente con radiotransmisores. Dijo que oyó rumores de que carteles como La
Familia Michoacana o los Zetas querían entrar, pero cree que Tepito es
probablemente demasiado peliaguda, aun para ellos.
"La
gente aquí está muy unida, es muy guerrera", afirmó Bárcenas.
Los
familiares niegan que los desaparecidos hayan estado involucrados en negocios ilícitos.
García dijo
que su hijo le ayudaba a vender carteras y productos de limpieza. Otra de las
desaparecidas, Jennifer Robles, de 23 años, era una madre soltera. La muchacha
colocó un mensaje en Facebook a las 8.30 de la mañana del domingo, justo antes
de desaparecer, diciendo que estaba bailando.
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