taxistas quema mas moto-taxis

Carlos Tirado.-

Ciudad Ixtepec, Oax.- Taxistas de esta ciudad no se quedaron con las ganas y la noche del miércoles en el centro de la ciudad quemaron cuatro mototaxis y uno más este jueves durante su festejo del día del taxista ixtepecano.

Cabe aclarar que estos mototaxis estuvieron confeccionados de carrizo y papel acartonado rodeado de chetes, como si fueran los famosos “toritos” que se fabrican para los festejos populares, y no se trató de vehículos verdaderos.

Para todos la creación de este tipo de “toritos” ahora con la forma de mototaxis fue una puntada de los líderes del sitio “San Jerónimo” que además para enviar un mensaje subliminal a quienes todavía tienen la esperanza de que en Ixtepec se den los permisos para entrar, de que la posición en este rubro no ha cambiado.

El pasado jueves con alegría desbordante las más de 150 familias de los trabajadores del volante se dieron cita en la parroquia de “San Jerónimo Dr.” para estar presentes en la misa de acción de gracias por un año más de trabajo y de parabienes dentro del hogar.

El evento inicio a las 12 horas en punto, notándose la parroquia repleta de trabajadores del volante y sus hijos, padres y demás familiares que lucieron sus mejores atavíos, agradeciendo al todo poderoso y desde luego a San Jerónimo Dr. las bendiciones otorgadas durante el año.

Terminada la misa los 78 vehículos se encontraban esperando ya previamente adornados para iniciar un desfile o paseo convite con un recorrido desde el centro de la ciudad hasta la estación para terminar en la plaza “José Murat”.

Los dirigentes hicieron el recorrido a pie con el estandarte de la asociación al frente y desde luego con la banda de música, atrás de este contingente dos largas filas de taxis hacían sonar sus estridentes bocinas.

Durante el trayecto, los taxistas y sus familias, regalaban diversos artículos que aventaban por las ventanillas de los autos, desde jabones para tocador y lavandería, bolsas para el mandado, pelotas, cajitas de jugos o de sopas instantáneas, pañuelos, vasos de plástico y una serie de objetos que la gente recogía y agradecía.

Finalmente el cortejo llegó al final del recorrido para de ahí desplazarse hasta el salón donde dos orquestas esperaban ya listas para iniciar el baile, obviamente decenas de “puestos” es decir meses con sus sillas donde cada una de las familias esperaría a sus invitados y darles un aperitivo su comida para danzar hasta que el cuerpo aguante.