podria irse la congeladora ley laboral; alertan que perderá calidad de preferente
https://noticias-ixtepec.blogspot.com/2012/10/podria-irse-la-congeladora-ley-laboral.html
Si la
reforma regresa a los diputados, corre el riesgo de empantanarse en comisiones.
EXCELSIOR.-
La reforma
laboral aprobada por la Cámara de Diputados corre el riesgo de pasar a la
congeladora legislativa, en caso de prosperar la intención de introducirle
cambios durante su paso por el Senado.
El PAN y el
PRD insisten en que se incorpore el tema de la transparencia y democracia
sindical; senadores que representan a los gremios buscan cambiar temas como
pago por horas y salarios caídos, mientras que los empresarios exigen quitar
candados al tema del outsourcing.
Asesores
jurídicos del Senado explicaron a Excélsior que el regreso de la minuta a la
Cámara de Diputados provocará, en automático, que pierda su calidad de
iniciativa preferente con la que fue enviada por el presidente Felipe Calderón,
en lo que fue el estreno de la más reciente reforma política.
De acuerdo
con los asesores, de cumplirse la previsión, la reforma laboral tendrá un
tratamiento legislativo ordinario, sin plazos constitucionales que obliguen a
los diputados a discutirla a la brevedad.
Javier
Lozano, secretario de la Comisión del Trabajo del Senado, admitió que existe el
riesgo de que los cambios hechos ala minuta de los diputados lleven a la
reforma laboral a la congeladora.
Pese al
riesgo, senadores del PAN y del PRD refrendaron que van juntos por introducir
en la reforma laboral los temas de la transparencia y democracia sindical, que
anunciaron desde el martes, aunque también mostraron diferencias en el resto de
la iniciativa.
El frío
ronda la reforma laboral
Su discusión
en el Senado abre la posibilidad de que la propuesta del Presidente se vaya a
la congeladora legislativa.
La
insistencia del PAN y el PRD por introducir el tema de la transparencia y
democracia sindical, junto con la amenaza de los senadores sindicalistas de
cambiar temas como pago por horas y salarios caídos, así como la exigencia
empresarial de quitar los candados a la subcontratación o outsourcing pusieron
a la reforma laboral en el riesgo de pasar a la congeladora legislativa.
De acuerdo
con la explicación de los asesores jurídicos del Senado, consultados por
Excélsior, el regreso de la minuta de la Cámara de Diputados provocará, en
automático, que pierda su calidad de preferente; es decir, en automático tendrá
un tratamiento legislativo ordinario, sin plazos constitucionales que obliguen
a los diputados federales a discutir a la brevedad.
Precisaron
que el precepto constitucional es muy claro al establecer que la cámara
revisora de una iniciativa preferente, en este caso el Senado, tiene la
obligación de “discutirla y votarla” en un máximo de 30 días; es decir, que
justo el día que el pleno del Senado la vote, ya sea para enviarla al Ejecutivo
federal, en caso de que acepte sin cambios la minuta, o la regrese a San
Lázaro, en caso de hacerle cambios, se agotó plenamente el precepto
constitucional y la reforma pierde el carácter de preferente.
Eso
significa, precisaron los asesores jurídicos consultados, que el regreso de la
minuta a los diputados los libera de los plazos perentorios fijados por la
Constitución y el tema puede quedarse en comisiones, como ocurre con muchas
reformas que están a la mitad del proceso legislativo.
La
devolución de la minuta a San Lázaro la hace sujeta al procedimiento ordinario
y, por lo tanto, se tienen dos vías, una de ellas fue utilizada en la reforma
política: que el Senado emita dos dictámenes, uno donde acepta en sus términos
la minuta de los diputados, y otro donde le hace cambios, con el aviso a San
Lázaro de que en caso de que el Pleno de los diputados rechacen los cambios del
Senado, se tome entonces el texto original de la minuta para que no se muera la
reforma.
Pero si los
panistas y los perredistas, los sindicalistas y los empresarios insisten en
hacerle los cambios, entonces en la devolución de la minuta sólo tiene el
camino de ser aceptada en sus términos por los diputados, o morir al momento
que en San Lázaro se rechacen los cambios del Senado, ante lo cual se deberá
esperar un año para volver a presentarse una propuesta de reforma laboral.
Admiten
riesgos
Javier
Lozano, secretario de la Comisión del Trabajo, admitió en conferencia de prensa
que existe el riesgo de que los cambios hechos a la minuta de los diputados
lleve a la reforma laboral a la congeladora legislativa.
Interrogado
sobre lo que ocurrirá en caso de la devolución de la minuta a los diputados,
Lozano explicó que “los 30 días a que se refiere, vamos, dos periodos de 30
días naturales a los que se refiere el 71 constitucional, tratándose de
iniciativas preferentes, es precisamente para un trámite de una mera discusión,
aprobación y la revisión en sus términos.
“Si regresa
a la cámara de origen, se entiende que los 30 días que nosotros tuvimos se han
atendido y entonces se tendría que seguir como un trámite ya ordinario en la
cámara de origen.
“Si regresa
parte o en su totalidad esta minuta, este proyecto de ley a la cámara de
origen, ya se entiende que la iniciativa preferente como tal satisfizo sus dos
periodos de 30 días naturales en ambas cámaras y sigue su procedimiento
ordinario, ya sin un plazo perentorio para la cámara de origen”, respondió.
Dos rutas
La
iniciativa de reforma laboral tiene dos opciones en el Senado: que el actual
dictamen pase en los términos en que fue enviado por la Cámara de Diputados o
hacerle modificaciones.
Si el Senado
la aprueba en los términos de la minuta de diputados:
La envía al
Ejecutivo federal para sus observaciones
Si el
Ejecutivo Federal le hace observaciones, se regresa a Cámara de Diputados para
que se hagan los cambios que pide el mandatario federal.
Los
diputados no tienen plazos para procesar las observaciones del Presidente de la
República
Si el
Ejecutivo Federal no le hace observaciones, se publica en el Diario Oficial de
la Federación.
Si el Senado
le hace cambios a la minuta de los diputados:
Pierde su
carácter de iniciativa preferente y entra a tratamiento ordinario, lo que
implica es que no hay plazos perentorios para aprobarla.
La Cámara de
Diputados la envía a discusión de comisiones, las cuales ya no tendrán plazos
fijos para procesarla.
Se requiere
del voto de las dos terceras partes del Pleno para aceptar los cambios del
Senado
Si rechaza
los cambios del Senado, le reenvía la minuta con la ratificación de su
posición; si el Senado insiste el tema se muere y deberá esperarse un año para
volver a presentar una reforma de este tipo.
El Senado
puede emitir dos resoluciones: una para hacerle cambios y regresarla a San
Lázaro y otra donde se allana a los términos de la minuta. Le aclara, en ese
caso, que si los diputados rechazan los cambios, entonces se toma como válida
la minuta sin cambios y pasa al Ejecutivo federal.
Publicar un comentario