Encueran intimidad de Capos .

México.- La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) entró a la intimidad de capos como Harold Mauricio Poveda Ortega, “El Conejo”, y Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”.

La corporación estadounidense obtuvo conversaciones telefónicas que tuvieron lugar en México, en las que varios traficantes hablan desde la contratación de prostitutas japonesas y la enfermedad terminal de un cómplice hasta sobre la entrega de un producto que sólo refieren como “la novia”.

Beltrán era el más reacio a platicar por esa vía, pues sólo parece tomar el auricular para confirmar su presencia a uno de sus interlocutores colombianos, luego delega el teléfono a otro personaje que la DEA sólo ubica como “Cóndor” y cuya identidad es desconocida.

Droga y mujeres

“El Conejo”, en cambio, es más desinhibido, pero utiliza un lenguaje críptico en algunas pláticas, en la que se presume habla de cargamentos de cocaína. En otros momentos, ratifica la fama que tenía en Colombia de proveedor de mujeres a los capos mexicanos.

Cerca de una decena de conversaciones telefónicas fueron grabadas a los integrantes de la célula de “El Conejo” en el Distrito Federal y están incluidas en el expediente 3-10-CR-073-K de la Corte Federal para el Distrito Norte de Texas, por el cual se extraditó al colombiano.

En la única conversación donde “El Barbas” garantiza que está presente, quien parece ser su interlocutor es Juan Carlos Umbacia, “El Chino”, un colombiano que residió en Hong Kong y que la DEA logró usar como infiltrado en México, lavando el dinero de los narcotraficantes.

“El Chino” tenía una frase con los traficantes, con la cual se ganó sus confianza: “Yo soy como el riel de tren, hermano”.

La información

En 2007, “El Chino” grabó en el Hotel Marquis Reforma a un funcionario de la Secretaría de Relaciones Exteriores que le ofreció pasaportes originales y esta información fue hecha del conocimiento de las autoridades mencionadas, indica información policial.

Si bien las intercepciones telefónicas necesitan autorización judicial, en este caso la documentación menciona que el origen de los audios son el propio infiltrado de la DEA, quien en todo momento grabó sus llamadas.

A diferencia de casos como la “Operación Casablanca” de 1998, del operativo emprendido contra “El Conejo” y Beltrán Leyva estuvieron al tanto autoridades como la Agencia Federal de Investigación adscrita a la SIEDO y su Coordinación Técnica.