Ofrece ejercito educación integral,
https://noticias-ixtepec.blogspot.com/2013/02/ofrece-ejercito-educacion-integral.html
Educación universitaria que
incluye conocimientos militares, práctica diaria de ejercicio y disciplina
sustentada en valores es lo que ofrece la Universidad del Ejército y Fuerza
Aérea (UDEFA).
“Nuestro sistema educativo
tiene tres ejes fundamentales, el militar, el académico-cultural y el
axiológico, este último es el de valores y virtudes, el cual es muy importante
porque desde que entran a los planteles, conocen y llevan a cabo las
actividades con base en valores como el patriotismo, la lealtad hacia la institución
y México, la honradez, la justicia, la abnegación y la disciplina como base de
toda la formación”, comenta el General Eduardo Emilio Zárate, Rector de esta
institución académica.
“La misión de la Universidad
es preparar a los futuros oficiales del Ejército, tanto en materia castrense
como para el aspecto de la docencia”.
El prestigio de la UDEFA se ha
ido consolidando en los últimos años, tan sólo en 2012, de los 20 mil 500
aspirantes que entregaron documentación para ingresar a estudiar una carrera en
esta institución educativa, 5 mil 600 llegaron a la última fase, es decir,
aprobaron los exámenes médicos, físico, psicológico y cultural, y de ellos, mil
501 consiguieron un lugar, explica el Rector.
Universidad consolidada
Creada por decreto presidencial
el 26 de diciembre de 1975, aunque sus orígenes se remontan a 1931, cuando
nació la Dirección General de Educación Militar, actualmente esta institución
académica imparte 11 licenciaturas, 43 especialidades (la mayoría médicas), 8
maestrías y 8 doctorados.
Sin embargo, el grado de
licenciatura comenzó a otorgarse de manera oficial hace poco.
“Los alumnos entraban con
secundaria, y en su estancia en las carreras en el Colegio Militar se hacía el
bachillerato; posteriormente, se ve la necesidad de que nuestro sistema
educativo subiera su nivel académico y, en 2007, se empieza a recibir en las
escuelas de formación gente con bachillerato, por consiguiente, el año pasado
sale la primera antigüedad con nivel licenciado”, comenta Zárate.
Actualmente, agrega, el
sistema educativo está integrado por 40 colegios o planteles militares, de los
cuales seis son de educación media superior y superior.
“También tenemos
unidades-escuelas, unidades del Ejército que coadyuvan a la preparación de
nuestros oficiales, sobre todo en materias prácticas”, explica.
“Dentro de las escuelas que
tienen mayor demanda podemos mencionar la Escuela Médico Militar, el Heroico
Colegio Militar, el Colegio del Aire y la Escuela Militar de Enfermeras”.
Además, tienen otras escuelas
de nivel superior, como el Colegio de Defensa, donde se imparte la maestría en
Seguridad Interior (para coroneles y generales).
Además, en la Escuela de
Graduados de Sanidad se llevan a cabo las especialidades, y en la Escuela
Militar de Ingenieros se imparten carreras y posgrados.
“También tenemos cursos de
diferentes especialidades, 740 en un año, aproximadamente, para (desarrollar)
habilidades para nuestro personal de tropa, oficiales, y que son controlados
por la Dirección de Educación Militar”.
Licenciados en Ciencias
Militares Pilotos Aviadores, Médico Cirujano Militar e Ingeniero Constructor
Militar son algunas de las carreras que se pueden cursar en la UDEFA.
Zárate menciona que todos los
programas están avalados por la Secretaría de Educación Pública y que son
supervisados por el área pedagógica de cada escuela para asegurar la calidad
académica de los programas, así como de la planta docente.
Además de la formación propia
de cada carrera, el plan de estudios contempla clases de idiomas y computación,
así como actividades deportivas diarias.
Para quienes ya dominan
inglés, añade, se proponen dar otro idioma, posiblemente francés.
Asimismo, tienen convenios con
otras universidades para que algunos elementos puedan cursar carreras que ellos
no ofrecen.
El General explica que, al
concluir su carrera, los jóvenes reciben su título de licenciatura y su patente
como oficial del Ejército con el grado de subteniente, y ya tienen trabajo,
aunque no es obligatorio permanecer en esta dependencia federal.
“Un joven termina aquí la
carrera y, si con el tiempo quiere causar baja, puede. Su documento es válido
para ejercer y tiene su cédula profesional”, afirma.
La vida de un estudiante de la
UDEFA
Los alumnos están internados de
lunes a viernes en los planteles militares, toman clases la mayor parte del
día, no pagan colegiatura y reciben tres comidas diarias, así como una beca
económica mensual, además, cuentan con seguro médico.
“El sábado a las 11:00, todos
se van a su casa y el domingo en la noche, regresan. Es un cambio total, a un
ambiente agradable pero de disciplina, de estudios completos desde las 7:30 de
la mañana hasta las 6:00 de la tarde, pero lo más importante, a un lugar donde
el alumno en forma voluntaria quiere entrar”, apunta el Rector.
La clave para lograr con éxito
esa transición del seno familiar y un contexto donde se tiene más libertad y
tiempo para hacer diversas actividades, añade el Rector, es el entusiasmo de
los jóvenes.
Además, los jueves en la tarde,
las familias pueden visitar a sus hijos, para lo cual se preparan actividades
de convivencia, y quienes tienen promedio de 8.5 pueden tomar la tarde libre y
regresar en la noche.
En cuanto a los alimentos, el
desayuno, la comida y la cena se sirven a los mismos horarios, lo que permite
crear una disciplina.
Las comidas están diseñadas
por la Dirección de Sanidad; Aspecto e Higiene se encarga de adecuar las
calorías con base en el cálculo de las que va a gastar un joven cada día de
acuerdo con su actividad física diaria.
“A las 9:00 de la noche, a
dormir todo mundo, y al otro día, a las 5:30, con el toque de Diana, hay que
empezar actividades, honores a la bandera; luego clases hasta las 12:00 o
12:30, de 12:30 a 13:30, educación física; después, comedor, y otra vez a
clases en la tarde”, detalla el Rector, quien tiene nombramiendo de General
Brigada DEM (Diplomado de Estado Mayor).
Al ingresar a la UDEFA, los
alumnos reciben libros, conferencias, uniforme y, si tienen que hacer viajes de
estudio, también están cubiertos.
Derechos humanos y presencia
femenina
Dos aspectos que se están
cuidando y fomentando en la UDEFA son los derechos humanos y la equidad de
género.
“Nos interesa mucho que todos
nuestros miembros del Ejército conozcan de derechos humanos. Actualmente se
está impulsando en todos los planteles, desde la escuela de formación hasta el
Colegio de Defensa. En unos es una materia; en otros, una conferencia”, señala
Zárate.
En cuanto a la presencia
femenina, agrega, hoy en día las mujeres representan cerca de 15 por ciento de
la matrícula estudiantil en los planteles militares y se está fomentando que
este porcentaje crezca.
El Rector explica que las
mujeres entraron en 1936 por primera vez a las escuelas militares, a la de
Enfermería y, posteriormente, se abrieron las puertas en la Escuela
Médico-Militar, así como en la de Odontología.
“Primero salían con
bachillerato, como enfermeras; luego salieron como técnicas, y actualmente
salen con licenciatura”.
Aunque la Escuela de
Enfermería aún está reservada para mujeres, pues para los hombres existe la
Escuela de Oficiales de Sanidad, cada vez más alumnas están ingresando a
carreras que antes sólo eran para varones.
“Ahora tenemos presencia de la
mujer en el Heroico Colegio Militar, en el Colegio del Aire, ya tenemos pilotos
aviadores mujeres; también hay en la Escuela Militar de Ingenieros”, indica.
“Posiblemente, hablando de
género, a futuro se podrían abrir para hombres algunas como la Escuela Militar
de Enfermeras”.
Hay buen trato con las mujeres
Tras ser rechazada dos
ocasiones, al fallar en el examen psicológico, Miriam Guadalupe Miranda entró a
la Escuela Militar de Ingenieros de la UDEFA, donde ahora cursa el segundo año
de Ingeniero en Computación e Informática.
“Me interesó la combinación del
medio militar y las actividades académicas, desde la prepa quería estudiar una
ingeniería en computación informática y supe que en 2007 se abrió la
convocatoria para participar por un lugar en la Escuela Militar de Ingeniería”,
comenta la cabo de cadetes, de 23 años.
Aunque es la única de su
familia que ha incursionado en el Ejército, sus conocidos le decían que lo
pensara bien porque era un medio de mucha disciplina.
“Nos podemos desarrollar
académicamente, ofrece muchas ventajas estudiar aquí y tenemos varias
actividades, deportivas y culturales”, indica.
En su salón son 11 hombres y
dos mujeres, pero rechaza que sea un medio hostil para ellas.
“Existe la flexibilidad y el
respeto a los derechos humanos, entonces no hay algo en que nos denigren, todas
las actividades son con un gran respeto y nos estamos integrando hombres y
mujeres”, asegura.
Carácter firme para avanzar
“Sargento Segundo de Cadetes
Marco Antonio Flores Téllez”, así se presenta este joven de 22 años, alumno de
tercer año de Ingeniería Industrial con especialidad en Electricidad, quien
logró su ingreso a la UDEFA al segundo intento.
Antes del Ejército, Marco
Antonio estudió dos años Ingeniería Industrial en la UNAM; sin embargo, optó
por cambiarse por algunas complicaciones familiares, por la oferta académica y
por la posibilidad de superación personal que le ofrecía la UDEFA.
“Vivía lejos de la UNAM,
estaba todo el día en la facultad porque mis clases eran de 7:00 de la mañana a
7:00 de la noche, con tiempo muerto. Aparte, raramente llegaba a clases
temprano, luego por la situación económica también era muy duro para mí ir”,
platica el alumno, originario de Tuxpan, Veracruz.
“Decidí ingresar a un plantel
militar, donde se trabaja la disciplina pero también se da énfasis a los conocimientos”.
Si bien la ambientación a la
disciplina fue uno de los principales retos que enfrentó al inicio, afirma que
la transición es un proceso gradual al que cualquiera se puede adaptar.
“Uno debe tener un carácter
firme para avanzar. Conforme pasa el tiempo te vas acostumbrando. Es un proceso
gradual, no inmediatamente cuando llega uno se le va a aplicar todo el rigor de
la disciplina”, dice.
“Aprendes a administrarte, a
dedicar tiempo para educación física, a estudiar y también a la familia y los
amigos”.
Para él, un día cotidiano
comienza a las 5:30 horas, cuando pasa lista; después va al comedor e inicia
clases a las 7:30. A las 12:30 tiene una hora de deportes; luego, media hora
para aseo personal, después come y continúa con las clases.
Al día, explica, toma entre
cuatro y cinco materias, cada una de una hora y media o dos. Las clases
terminan a las 18:00 horas; después cena y tiene algunas horas libres para
estudiar o descansar.
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