https://noticias-ixtepec.blogspot.com/2012/10/narcotrafico-infiltrada-en-la-bordel.html
Las
historias de corrupción incluyen a un agente que vendió al cártel de Sinaloa un
mapa con la ubicación de sensores para detectar traficantes, mientras en
Reynosa otro dejó pasar cargamentos del cártel de Golfo.
MILENIO.-
Un agente
policiaco que se hace de la vista gorda en la frontera entre El Paso y Ciudad
Juárez deja pasar una camioneta repleta de cocaína y recibe un pago de miles de
dólares por su cooperación. En Nogales, Yamilkar Fierros, un patrullero, revela
a narcos del cártel de Sinaloa la ubicación exacta de sensores ocultos en el
desierto: les entrega un mapa altamente confidencial con el que les aconseja
por dónde manejar para evitar ser detectados.
En Reynosa,
el policía Luis Enrique Ramírez ayuda a integrantes del cártel del Golfo a que
cruce mariguana por la garita sin problemas, citándolos a la medianoche para
aprovechar el descontrol del cambio de guardia. Martha Garnica, otra agente
fronteriza, gana tanto dinero traficando con droga entre Chihuahua y Texas para
el cártel de Juárez que se compra una mansión con alberca incluida.
El gobierno,
preocupado por la creciente presencia de agentes corruptos en sus filas, inicia
un súbito programa de control de confianza, practicando miles de pruebas de
polígrafo en busca de elementos sucios. Decenas no aprueban los exámenes y son
expulsados.
Las
historias, relatos de corrupción de funcionarios públicos que han terminado en
la nómina del narcotráfico, suenan similares a otras que se han repetido por
México a lo largo de los últimos años.
Pero éstas
tienen una diferencia: no involucran a corporaciones policiacas de México, sino
a agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, convertida en la última
década en blanco de cada vez más recurrentes esfuerzos corruptores por parte
del crimen organizado mexicano.
Cifras
oficiales del inspector del Departamento de Seguridad Interna, obtenidas por
MILENIO, apuntan a que en los últimos ocho años hasta 141 agentes de la Border
Patrol han sido detenidos por colaborar con narcos y polleros.
“Mientras la
mayoría de los agentes (fronterizos) sirve con honor y dignidad, una pequeña
minoría ha traicionado la confianza del público estadunidense al involucrarse
en actividades no éticas e ilegales”, detalla un reporte enviado al Congreso de
ese país, apenas en mayo pasado, por Thomas Winkowsky, en ese entonces
comisionado interino de Fronteras y Aduanas.
Una
investigación en registros documentales del Departamento de Justicia, el FBI y
la Oficina de Contraloría Interna del Departamento de Seguridad Interna de
Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) da cuenta de que al menos 30
casos de corrupción de alto perfil se registraron en la frontera con México en
años recientes, entre 2009 y 2012.
Los casos,
cuyos resúmenes están disponibles en la página www.milenio.com, incluyen
ejemplos de agentes que aceptaron sobornos, regalos y hasta favores sexuales
para lo mismo franquear el paso a embarques de droga como abrir la vía a
indocumentados.
California y
Texas
Focos rojos.
De acuerdo con un ejercicio estadístico realizado por este diario, el grueso de
las detenciones se ha suscitado en dos ciudades: El Paso, fronteriza con Ciudad
Juárez, y San Diego, al otro lado de Tijuana, ambas en la zona de influencia de
los cárteles de Sinaloa y de Juárez. Son seguidas de cerca por casos en
Matamoros y Nuevo Laredo, controladas por el cártel del Golfo y Los Zetas,
respectivamente.
Tras revisar
medio centenar de comunicados de prensa del FBI, así como cuatro reportes
anuales del contralor interno del DHS —que abarcan el periodo 2003-2011—, las
cifras obtenidas destacan que en los últimos tres años han sido detenidos
cuatro agentes en las garitas de El Paso por su involucramiento con los
cárteles de la droga o por extorsionar a migrantes indocumentados.
El caso más
reciente fue anunciado apenas el 5 de octubre pasado e involucra al agente
fronterizo Juan Carlos Guerrero, acusado por el Departamento de Justicia de
haber encabezado una célula dedicada al tráfico de migrantes, además de
permitir el paso de embarques de cocaína previo el pago de un soborno.
De acuerdo
con la acusación en su contra, registrada en la Corte federal del sur de Texas,
Guerrero trabajaba como encargado de garita en los puertos de entrada de Pharr
y Anzalduas. Desde ahí permitió durante dos años el ingreso de decenas de
indocumentados, a los que cobraba entre mil y 3 mil dólares por persona para
exentar de revisión vehicular.
En cuanto a
San Diego y Tijuana, las garitas que registran el mayor problema de corrupción
son San Ysidro y Mesa de Otay. Entre ambas cuentan con ocho agentes de CBP
detenidos por su participación en actividades ilícitas en cuatro años.
En lo que se
refiere a Arizona, según los registros consultados, desde 2009 hubo 10 casos repartidos
entre las garitas de San Luis Río Colorado, Yuma y Nogales. Fue en esta última
en la que se registró el caso que involucra a Yamilkar Fierros, integrante de
la Patrulla Fronteriza.
Documentos
de la Corte federal de distrito en Arizona detallan que Fierros vendió en 2009,
a un operador del cártel de Sinaloa, un mapa con los registros de caminos y
puntos de control de la Border Patrol en el Valle de San Fernando por mil
dólares.
No fue su
única colaboración con las organizaciones del crimen organizado mexicano. Ese
mismo año vendió en 4 mil dólares otros dos mapas con las ubicaciones de 180
sensores subterráneos ubicados en Sonoita.
Focos rojos
en Washington
La creciente
penetración de los cárteles en las filas de CBP ya prendió los focos rojos en
Washington: desde 2010 el Departamento de Justicia lanzó una campaña de
controles internos muy similar a las que se iniciaron en México a principios
del sexenio de Felipe Calderón.
Ante la
preocupación de una penetración de los cárteles de la droga, se ha ordenado que
todos los agentes de CBP —que incluye a la Patrulla Fronteriza y a los
encargados de aduanas— pasen por una batería de pruebas de control de
confianza, incluido un examen de polígrafo. Todos los oficiales tendrán que
haber sido acreditados antes de 2013.
La
intranquilidad por la situación es compartida en el Legislativo. “El Congreso
está preocupado de que, debido a las rápidas contrataciones hechas desde 2005
en el Buró de Control y Protección de Aduanas y Fronteras (CBP), así como Inmigración
y Control de Aduanas (ICE), hay potencial para un incremento de corrupción”,
advirtió en agosto pasado el comité de Seguridad Interna de la Cámara de
Representantes.
Claves
Caza de
agentes
- De los 141
agentes fronterizos detenidos desde 2004, 102 han cometido actos de corrupción,
como tráfico de indocumentados y de drogas, o filtraron datos sensibles a
cárteles.
- Dado el
elevado riesgo de penetración de los cárteles de la droga, el FBI mantiene en
la frontera con México 12 unidades anticorrupción, dedicadas a la búsqueda
permanente de agentes que hayan sido cooptados por el crimen organizado.
- El
Congreso de EU aprobó 3 millones de dólares para pruebas de polígrafo de cara a
2013, cuando la totalidad de los agentes fronterizos deberán haber pasado
controles de confianza.
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