Oaxaca, balcanización educativa.Diagnóstico: fallaron SNTE y SEP.
https://noticias-ixtepec.blogspot.com/2012/12/oaxaca-balcanizacion_13.html
FINANCIERO
INDICADOR
POLÍTICO
Carlos
Ramírez
De todas las
plazas estatales en las que la Secretaría de Educación Pública tendrá que
recuperar la rectoría del Estado en la materia, Oaxaca se presenta ya como un
foco rojo: la disidente Sección XXII del SNTE prepara no sólo millares de
amparos contra la Iniciativa Peña Nieto sino que pasará pronto a la
movilización callejera.
El conflicto
en Oaxaca parece inevitable porque en junio pasado el gobernador aliancista
Gabino Cué Monteagudo aceptó que los maestros oaxaqueños quedaran al margen de
la evaluación universal y negoció un plan alterno a la Alianza por la Calidad
de la Educación de la SEP federal.
El principal
mensaje que enviaron la Sección XXII del SNTE y el gobierno estatal fue la
consolidación de la balcanización de la educación pública oaxaqueña porque la
ACE fue sustituida por el Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca
(PTEO) y el Sistema de Evaluación Educativa de Oaxaca (SEEO). En los hechos, el
diseño de la política de educación pública para el estado de Oaxaca fue cedido
a los maestros de la Sección XXII, luego de que los profesores disidentes
realizaron paros, marchas y suspensión de clases para obligar al gobierno
aliancista a aceptar las condiciones gremiales.
Las
negociaciones del gobierno estatal con la Sección XXII del SNTE representaron
una cesión de la rectoría del Estado en materia educativa porque el nuevo
acuerdo va a responder a las exigencias de los maestros disidentes y no a los
requerimientos educativos en la entidad. Como botón de muestra, la Sección XXII
exigió que el gobierno estatal elimine el reconocimiento a la Sección LIX que
se había formado al calor de la crisis de 2006 como un contrapeso a la
violencia, intransigencia y autoritarismo de la XXII. Pero lo interesante es
que los maestros de la LIX firmaron un acuerdo con los padres de familia para
no suspender clases por marchas, mientras la XXII cancela clases sin atender a
las preocupaciones de los padres de familia.
Oaxaca se ha
convertido en una especie de laboratorio político de la balcanización nacional.
Pero lo más significativo es el hecho de que el gobierno estatal se ha visto
obligado por los paros y plantones de la XXII a entregarles la definición de la
educación pública y de la evaluación de los maestros. Por ejemplo, los maestros
de la XXII que no asistan a las marchas y plantones deben de pagar una multa de
250 pesos, con el dato agravante de que la oficina del Instituto de Educación
Pública del Estado -la SEP estatal- tiene como funcionarios de las oficinas de
pago de salarios a maestros militantes de la XXII, como parte de una minuta
secreta firmada por el gobernador Heladio Ramírez en 1992 en la que le cedió a
la XXII el control del Instituto.
La situación
aberrante de la educación pública en Oaxaca ha llegado ya a niveles de
violencia social. En el municipio de Mitla, el pasado 22 de noviembre, un grupo
de padres de familia decidió tomar cartas en el asunto -ante la pasividad del
gobierno estatal- y rompió por la fuerza un bloqueo de carretera que había
realizado la Sección XXII, retuvo con violencia a cinco maestros disidentes y
los exhibió como delincuentes. La XXII respondió con el asalto a las oficinas
municipales. Como es obvio, la XXII ya amenazó con estrangular de nueva cuenta
la ciudad con paros, marchas y suspensión de clases si el gobierno estatal no
castiga a los agresores de sus militantes.
El trasfondo
de la crisis de la educación pública fue la balcanización del sector después de
la firma del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica,
firmado por el presidente Salinas de Gortari el 18 de mayo de 1992, por los
gobernadores de los estados y por el SNTE. Para evitar una ruptura nacional del
sindicato, la maestra Elba Esther Gordillo cedió el manejo de la XXII a los
disidentes y con ello se rompió el espíritu federalista de ese Acuerdo. Luego
el gobernador Heladio Ramírez cedió a la XXII el derecho de vetar nombramientos
en el Instituto de Educación y de incrustar militantes en la estructura
gubernamental. Y finalmente los maestros de la XXII se convirtieron en peones
de juegos palaciegos de poder, mientras los líderes negociaban agendas
personales y gremiales que reventaron el presupuesto educativo.
La
recuperación de la rectoría del Estado en la educación no se va a dar sólo con
el primer paso dado por la Iniciativa Peña Nieto para profesionalizar el
magisterio, sino que debe de pasar por la decisión de la SEP de terminar con la
balcanización educativa sobre todo en estados donde la CNTE domina el control
magisterial. Y como primer paso, la SEP federal debe pronunciarse sobre el
acuerdo local firmado por el gobernador Cué Monteagudo con la Sección XXII para
anular la Alianza por la Calidad de la Educación y anular la evaluación
universal de maestros.
El problema
en Oaxaca fue que la XXII incluyó en la agenda de la modernización educativa la
creación de una "Comisión de la Verdad" para investigar la crisis de
2006 cuando la XXII y grupos radicales lucharon en las calles e instalaron
barricadas en el Centro Histórico para inaugurar en Oaxaca un gobierno
comunitario, autogestionario y popular al margen del sistema de representación
política constitucional. Además, en la transformación educativa de Oaxaca la
XXII exigió la "libertad incondicional de presos políticos y de
conciencia" que fueron procesados por violencia política.
Oaxaca fue
un ejemplo del fracaso del Acuerdo de Salinas de Gortari de 1992 y podría ser
el laboratorio de las posibilidades de éxito de la Iniciativa Peña Nieto. En el
Acuerdo de 1992 se estableció claramente que el sindicato tenía que ver sólo
con asuntos de relaciones laborales y no con la definición de la política de
educación pública. Pero la aplicación de cualquier reforma educativa debe de
pasar por solucionar la federalización del sindicato en sistemas educativos
estatales y el monstruo de dos cabezas del SNTE y las secciones disidentes
cuando el titular del contrato colectivo es el sindicato y no la Coordinadora.
De ahí que
la recuperación de la rectoría del Estado en educación tiene que ir más a fondo
y poner orden en la relación laboral en el sector.
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carlosramirezh@hotmail.com
@carlosramirezh
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