¿LLEGA CALDERÓN AL OAXACA?


Punto Critico. El Presidente de la República Felipe Calderón estará en Oaxaca mañana, especialmente en esta región. Tal vez viene a ver, antes de irse del país cuya presidencia dejará aproximadamente dentro de un mes, en manos de quienes dejará los negocios que tiene y que hizo con los familiares de su amigo Juan Camilo Mouriño, como lo asegura la prensa nacional.
Esta puede ser la última visita que hace a tierras oaxaqueñas el michoacano en su calidad de Presidente de la República. El tiempo, inexorable, ya no podrá permitirle a Felipe Calderón la oportunidad de reivindicarse con el pueblo de Oaxaca, un estado que mantuvo en el olvido y en la marginación y el cual ignoró por tener problemas con sus gobernantes, principalmente con Ulises Ruiz Ortiz, al que ya no pudo meter a la cárcel como eran sus pretensiones.
Su paso por la presidencia de la república lo llevó por caminos muy especiales. Mucho dinero se gasto para combatir  a los grupos violentos del país; pero pocos recursos destinó a los pobres de este país; entre ellos a los miles y miles de oaxaqueños que viven la desgracia de no existir dentro de los planes de los políticos de este país.
Oaxaca esperó mucho de Felipe Calderón. Con problemas graves, problemas sociales y políticos, Oaxaca tuvo esperanzas en que Felipe Calderón cambiaría su destino. Pero el Presidente de la República no quiso comprometerse con esta entidad. Le soltó dinero, mucho dinero a Ulises Ruiz Ortíz pero permitió que este y sus amigos gobernaran a su arbitrio.
Casi todos los recursos y lo sabe todo mundo, fueron para quienes gobernaban con Ulises mientras el estado, durante esos seis años de corrupción, sufrió el más grave abandono en todos los rubros y niveles.
Felipe Calderón lo permitió y al darse cuenta que ningún dinero alcanzaba para llenar el buche de aquella cauda de corruptos, prefirió dejar a Oaxaca a su suerte. Ya no se interesó por concluir la super carretera Oaxaca Istmo, Istmo Huatulco, cuyo presupuesto aseguran lo desapareció el gobierno de José Murat Casab.
En Oaxaca durante el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz se registró un sinfín de injusticias, pero la presidencia le dejó hacer, dejó pasar tanta maldad y perversidad de los políticos oaxaqueños encabezados por el mixteco. Con meterlos a la cárcel Calderón se hubiera reivindicado con el pueblo de Oaxaca. Pero el hubiera ya no existe y él ya solamente tiene un pie en la presidencia, porque ya está casi fuera de esta.
Con Gabino Cué tampoco hizo gran cosa. Seguramente se va decepcionado de este gobernador, pues a pesar de su respaldo y decidido apoyo, terminó traicionándolo al darle la espalda al PAN para correr a los brazos del PRD.
Actuó igual que el actual gobernador de Chiapas, sí, el que ya se va. Calderón le dio todo el dinero del mundo, apoyo una super infraestructura que cambió el rostro de aquella entidad para que se alejara del PRD pero al igual que Gabino Cué, chaqueteó. Si rompió con el partido amarillo, pero para correr a los brazos del PRI cuyo candidato, también candidato del Verde Ecologista impulsó y apoyó fuertemente para convertirlo en su sucesor.
Gabino Cué por instrucciones de Diodoro Carrasco buscó y encontró el respaldo del PAN, el presidente lo hizo su candidato y estuvo al tanto de su campaña para hacerlo ganar pese a todos los recursos que disponía el PRI vía Ulises Ruiz Ortiz para que el tricolor continuara en el poder. Al final el apoyo decisivo de la presidencia y concretamente del equipo del actual Presidente de la República hicieron ganar a Gabino.

En esas indefiniciones o en esos días de indecisiones, Gabino no pudo contar más con el respaldo de Felipe Calderón. Las relaciones de Los Pinos pero principalmente con el gobierno del actual Presidente no cambiaron, siguieron igual, es decir, como si gobernaran los priístas. Sí le entregaba dinero a Gabino, pero fuera de ahí, algo adicional, un extra para empujar su desarrollo en rubros importantes como caminos o carreteras, clínicas u hospitales, en ese renglón se vio muy mermado o muy condicionado el apoyo de Calderón
Y todo porque el gobernador del estado no entendió que debió de cuidar las formas, pues de buenas a primeras corrió a ponerse la camiseta amarilla y pese a los compromisos se reunió con Enrique Peña Nieto, amén de reconocer públicamente su triunfo.
Por eso seguramente Felipe Calderón se va arrepentido de haber apoyado a Gabino Cué a quien no pudo sumar al PAN y ahora solo observa lo mal que gobierna esta entidad, en medio de una crisis política que agobia a los oaxaqueños, que se han dado cuenta que no valió la pena soñar con el cambio, porque este nunca se va a dar, al menos con los cuales gobernantes del estado.
De cualquier manera y de ser cierto que Calderón es uno de los principales accionistas de las empresas eólicas que en estas tierras se han instalado, tarde o temprano volverá a Oaxaca, una tierra que pudo ayudar, pero finalmente no lo hizo.

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