SANDY APLASTA A ESTADOS UNIDOS.


Tras dos días paralizada, NY inició el recuento de daños por el paso del vendaval que Bloomberg calificó como “quizá la peor tormenta” sobre la ciudad.


AGENCIAS / MILENIO
Al menos 43 muertos, ocho millones de viviendas sin electricidad, una estimación de 50 mil millones de pérdidas y Nueva York anegada era ayer el balance devastador del paso de Sandy por la costa este de Estados Unidos, que luchaba para recuperarse de la monstruosa tormenta.
 Buena parte de la actividad económica seguía paralizada ayer por segundo día consecutivo, mientras comercios y propietarios de viviendas comienzan a evaluar los millones de dólares en pérdidas que deberán enfrentar.

Mientras los principales mercados de valores estuvieron dos días cerrados por primera vez desde los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, el transporte continúa sin funcionar y más de ocho millones de clientes de las compañías de electricidad están sin luz.

La empresa especializada Eqecat señaló que los daños totales por el huracán podrían rondar entre 10 mil millones y 20 mil millones de dólares, la mitad de ese total correspondiente a perjuicios sin seguros.

Los economistas señalan que incluso considerando el dinero que será necesario para recuperar la actividad y reconstrucción, las pérdidas para la economía en su conjunto podrían alcanzar los 50 mil millones de dólares.

“Este apagón comercial de la costa este podría resultar en pérdidas para el producto interno bruto que podría superar los daños por infraestructura”, dijeron Gregory Daco y Nigel Gault de IHS Global Insight.

La bolsa de Nueva York no había interrumpido actividades dos días seguidos por causa del clima desde las jornadas del 12 y el 13 de marzo de 1888, cuando la ciudad quedó sepultada bajo nieve. Sin embargo, las autoridades bursátiles anunciaron que hoy reanudará sus actividades. En cambio, las escuelas volverán a estar cerradas este día.

Connecticut, Nueva York, Nueva Jersey, Maryland, Pensilvania, Carolina del Norte, Virginia y Virginia Occidental informaron de 42 muertes relacionadas con el paso de Sandy, mientras que en Toronto, Canadá, la policía dijo que una mujer falleció al ser alcanzada por un objeto que se desprendió a raíz de la tormenta.

Solo en el estado de Nueva York se registraron al menos 23 víctimas mortales, anunció el gobernador del estado, Andrew Cuomo.

Estas víctimas se suman a los 67 muertos que había dejado Sandy a su paso por el Caribe.

Según el alcalde Michael Bloomberg, esta tormenta fue “quizás la peor” experimentada por Nueva York en su historia y provocó “extensos daños que no serán reparados de la noche a la mañana”, entre ellos 80 casas quemadas en un solo incendio.

Tras despertar como una ciudad fantasma, Nueva York recuperó algo de su actividad con el correr de las horas, con un tráfico más fluido y más tiendas abiertas en el centro de Manhattan.

La parte más afectada era el sur de Manhattan, a partir de la calle 40, donde unos 200 mil hogares no tenían electricidad, una situación que debería continuar durante varios días.

El presidente de EU, Barack Obama, afirmó que su “máxima prioridad” es el pronto restablecimiento del suministro eléctrico en las zonas afectadas y pidió eliminar “trabas” burocráticas para esos esfuerzos.

Bloomberg afirmó ayer que llevaría tiempo para que el metro vuelva a funcionar ya que el agua del mar se infiltró en los pasillos y túneles, superando en algunas ocasiones el nivel de los andenes.

Tres puentes de Nueva York que unen Manhattan con Brooklyn (sureste) fueron reabiertos.

Además, tres reactores nucleares fueron apagados como consecuencia de la tormenta, dos de ellos en Nueva Jersey y un tercero en el estado de Nueva York.

Los reactores fueron puestos fuera de servicio por problemas de circulación de agua y de la red eléctrica externa y no presentaban riesgos de seguridad, según las empresas que los administran.

También en Nueva Jersey, las aguas rompieron un dique y amenazaban con inundar tres pueblos en el condado de Bergen, a pocos kilómetros de Nueva York, indicó la policía.
Frankestorm en el piso 23

“Estamos en un piso 23 del Hotel Mayflower. Afuera están evacuando la zona para el que se quiera ir. Decidimos quedarnos. El viento suena, zumba y lleva la lluvia hasta hacerla horizontal. Empieza a fallar la luz. Faltan 6 horas con lo peor. El aire en la calle, a ratos te empuja hasta tirarte o te jala. Las ráfagas te azotan la cara. Es viento que maúlla como gato en celo”

“Decidimos mejor regresar al Mayflower. El personal del hotel lleva tres días sin salir. Nos dan buen servicio, pero no hay room service. Hay el peligro de que en nuestra cuadra, entre la 54 y 6ª, se caiga una grúa de construcción de 120 metros de alto. Por ese edificio en construcción caen cosas y se escuchan vidrios rotos. Esto ya me está gustando…”
(Guillermo Ibarra/Nueva York)

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