Violento “amor” termina a machetazos en Ixtepec

Martín Vargas

Ciudad Ixtepec.-

Esta es la historia de Rigoberto Reyes Morales, maestro albañil, vecino de la colonia Rubén Valencia de Ciudad Ixtepec, quien desde hace una semana asegura vivió el infierno a manos de su concubina Leovigilda López González, en su intento de quitarle la vida después de 4 años de una relación de “amor y odio”.

Primero lo envenenó. La madrugada del pasado 16 de septiembre en plena celebración de las Fiestas Patrias, el Grupo de Rescate Urbano recibió el llamado del 066 con el reporte de intoxicación por ingestión de raticida de una persona del sexo masculino.

En el piso de su domicilio, Rigoberto Reyes vomitaba entre los estertores del envenenamiento. Cuenta que a punto de perder la conciencia escuchó a su mujer llamar a la ambulancia, arrepentida por lo que había hecho.

Los paramédicos llegaron a tiempo para trasladarlo a Urgencias del Hospital General de Ciudad Ixtepec y salvarle la vida.

Rigoberto no denunció. En entrevista exclusiva para Tribuna Informativa, Rigoberto de 27 años, dijo que “cuando uno ama a una persona nunca se piensa en denunciarla”. Esa fue la primera llamada.

La discusión siempre fue el dinero asegura. Leovigilda siempre quería saber cuánto ganaba y cuánto gastaba, incluso iba a su trabajo a verificar, dice Rigoberto. Durante sus 4 años de unión, se peleaban constantemente, pero nunca como desde hace una semana.

Leovigilda tiene 36 años, 4 hijos, de los cuales sólo una menor de 15 años convivía con ellos. Cuenta Rigoberto que la noche del miércoles pasado, aproximadamente a las 20:00 hrs. llegó a su casa en la colonia Rubén Valencia, narra que la discusión empezó por 20 pesos, ya que en lugar de entregarle 2 mil le dio mil 980 pesos, entre reclamos y gritos, la discusión se calentó.

Dice Rigoberto que lo agarraron desprevenido a machetazos, entre madre e hija, le dieron en la espalda con el filo por delante, pero lo más grave sucedió cuando en la conmoción Leovigilda López le cortó media oreja de un tajo propinado en la cabeza.

La sangre corría a raudales, y apenas como puedo, escapó una vez más de la muerte, con la atención en Urgencias del Hospital de Ciudad Ixtepec. Esta vez sí denunció, con el vendaje en la cabeza, Rigoberto Reyes Morales se presentó ante la Agencia del Ministerio Público para levantar formalmente su denuncia en contra de Leovigilda López González.

En entrevista lamentó que las cosas hubieran llegado hasta este extremo. Dijo además que desconfía de las autoridades ya que es bien sabido que en estos tiempos se les cree más a las mujeres que los hombres, por lo que teme que el procedimiento no se realice conforme a la justicia, “ella me amenazó que si denunciaba me iba a acusar de violación, pero no tuve de otra”. Agregó que no teme la contrademanda porque nunca se defendió con violencia ya que para él “la mujer es sagrada”.