La Iglesia Católica esta enferma y en crisis, expresa solalinde.
https://noticias-ixtepec.blogspot.com/2012/11/la-iglesia-catolica-esta-enferma-y-en.html
REFORMA .
Ciudad de México. La Iglesia católica está en crisis y está
enferma, porque sobrevalora la estructura por encima de la vocación de los
misioneros, afirma el sacerdote Alejandro Solalinde.
De blanco, con una pequeña cruz de madera colgada al cuello, misma
que lleva desde hace 18 años y que representa su fe y su misión, el director
del albergue para migrantes "Hermanos en el camino" de Ixtepec,
Oaxaca, reconoce en entrevista que se siente un disidente porque, aunque la
cultura de la Iglesia cambia, dice, lo hace muy lentamente y él ha evolucionado
más rápido.
Recuerda con gusto que a los 19 años, cuando decidió ser
sacerdote, pensaba que ese trabajo se trataba de salvar las almas.
"Ni sabía yo lo que era. Ahora sé que se trata de salvar a
las personas del hambre, de la injusticia, de la corrupción, de la
impunidad", sostiene.
¿Se siente un disidente de la Iglesia?
Sí, definitivamente sí. Soy disidente de la Iglesia, pero de una
parte, porque hay otra que piensa como yo. Está por un lado la administración,
la liturgia, las leyes, la disciplina y por otro lado está el carisma, el que
viene de abajo. Tiene que haber un equilibrio entre las dos cosas y si existe
nada más la pura estructura, es una estructura sin alma, inhumana, que no da
vida ni respeta la vida.
La Iglesia está en crisis, está enferma y el desequilibrio
consiste en la desproporción que hay en la sobrevaloración y la importancia que
tiene la estructura sobre el carisma, entonces tiene que equilibrarse dando
oportunidad para que la vida surja y que no todo sea disciplina, liturgia,
leyes, dogmas y dominio.
¿A qué se refiere específicamente al decir que la Iglesia está en
crisis?
Fruto de los años, la Iglesia se hizo más hacia el poder, hacia el
dinero, se volvió exageradamente institucional a tal grado que llegó a una
desproporción muy grande. Es vertical y debería ser más participativa; se ha
vuelto una monarquía y funciona como tal: vive en palacios, es centralista,
tiene títulos de nobleza, tiene todas las características de una monarquía.
Por eso se requiere más colegialidad, más participación, tomar más
en cuenta a toda la población y ser incluyente. La Iglesia excluye a las
mujeres y excluye a muchos sectores de la población, les pone etiquetas y dice,
'tú no, porque eres mujer', 'tú no, porque eres homosexual', 'tú no, porque
eres adúltero', un chorro de títulos que tiene y que excluyen.
¿Se pronunciaría por que las mujeres tuvieran puestos de liderazgo
en la jerarquía católica?
Por supuesto, yo estoy totalmente de acuerdo. La mujer debe
incluirse en la Iglesia. Si la mujer no se incluye, la Iglesia va a seguir
enferma, es un sector importantísimo en nuestra vida. Si no se incluye, la
Iglesia va a permanecer rígida, deshumanizada. Yo no digo solamente que accedan
al orden sagrado para que sean diáconas, presbíteras, obispas, sino que tengan
acceso a todo.
El Cardenal Norberto Rivera ha aceptado una paulatina pérdida de
fe sobre todo en los jóvenes, ¿Qué debe hacer la Iglesia para atraerlos?
También se queja de que la clientela se nos está yendo -suelta con
risa contagiosa-. La Iglesia lo que debe hacer es ser auténtica. Los jóvenes no
se creen de publicidades, no son tontos. No son como dicen que les falta
espíritu, que está perdidos, mentira. Los jóvenes son gente muy sensible,
consciente, incluso son heroicos, pero no son tontos.
Cuando la jerarquía de la Iglesia y los sacerdotes nos bajemos,
cuando nuestro acompañamiento y nuestra cercanía sea fruto del amor y no de una
estrategia clientelar, entonces no habrá que hacer publicidad con los jóvenes.
¿Qué atractivo va a ser ver a puro viejo ahí? La mayoría, una
gerontocracia, ¿qué identificación van tener los jóvenes con gente muy mayor
que además no se ha formado para estar abajo con las personas, sino en
funciones de oficina, de reuniones?
¿Los sacerdotes deberían propiciar que los fieles se solidaricen
con algunas causas como la ayuda a los migrantes?
Aquí hay una cosa, el sacerdote que tiene buen corazón va a querer
ayudar de forma existencial, pero el problema no es que los padres quieran
ayudar o no, aquí el asunto es que ellos viven condicionados. Nuestras
estructuras se han vuelto anquilosadas, se han vuelto rígidas y además los
condiciona para no convivir con la gente, para no estar abajo, para no salirse
del riel.
Los han formado así para ser ministros de riel, entonces estos
pobres están fritos porque no tienen la libertad y el tiempo que quisieran.
En el contexto de violencia generada por el narcotráfico en el
País, ¿qué tipo de Iglesia se necesita?
Una Iglesia que no se haga pato, una Iglesia sensible. Ahí hay una
ruptura fraterna y la Iglesia tiene que estar muy sensible a las relaciones
entre sus miembros. La Iglesia no está primordialmente para atender culto y
para atender administración, está primero que nada para atender las relaciones
de sus miembros.
Para que haya justicia primero, tiene que poner el ejemplo,
justicia de género, que haya justicia política, que no haya imposiciones, que
la gente tenga oportunidad de participar, que tenga mecanismos de consulta y
que tenga canales de decisión, que haya transparencia para que la gente pueda
opinar sobre el tipo de Iglesia que quiere.
¿Cómo es su relación con la jerarquía católica?
Pues yo estoy un poco desconcertado porque fuera de unos rocecitos
con mi obispo, el de Tehuantepec, Óscar Armando Campos Contreras, en realidad
yo estoy sorprendido porque donde quiera que voy la alta jerarquía me ha
recibido bien.
Solalinde acepta que la capilla del albergue de migrantes en
Ixtepec parece taller mecánico, pero afirma que además de servir para rezar,
funciona también para que los migrantes duerman.
Se negó a celebrar la misa diaria en esa capilla como lo deseaba
el Obispo de Tehuantepec porque sabía que eso le quitaría tiempo para atender a
los migrantes y cuando se enteró de que sería adscrito a una parroquia, también
se negó rotundamente.
"Me quería dar una tiendita para poder vender sacramentos,
entonces si quieres que te vaya bien con la tiendita tienes que estar al
pendiente de tus clientes y yo no puedo hacer eso".
¿Qué sigue una vez que termine su cargo en la coordinación de la
Pastoral de Movilidad Humana?
Me quedan 15 días de coordinador nada más y después dejo el
servicio a una gran persona que es una mujer, es laica y es mujer, lo que a mí
me llena de alegría y de esperanza. Yo voy a seguir defendiendo los derechos
humanos, yo voy a seguir defendiendo a los migrantes, mi misión es ayudar y
formar la conciencia, me interesa mucho ser agente de cambio, pero de cambio
interior en la conciencia de la gente para que después tome decisiones
favorables para buscar lo más fraterno y lo más justo.
Salió del País hace unos meses porque lo amenazaron de muerte
Tuve que salir porque también uno debe de entender que a veces
tiene que colaborar y si me están diciendo que tengo que salir para que se
enfríen las cosas pues lo tengo que hacer y ya lo hice.
¿Quién lo amenazó?
¡Quién no me amenazó! Hay muchos intereses, yo voy a insistir en
esto, esas personas no están en contra mía porque les caiga mal sino porque soy
el estorbo más grande para sus intereses. Ellos quieren a toda costa que me
largue, que deje la casa libre para poder explotarla ellos como quieran, para
poder hacer su trata de personas a su antojo, las extorsiones, los secuestros.
¿Quién?
"Políticos corruptos, narcotraficantes también, cárteles
también. Si yo no tuviera que estar cuidando Ixtepec a lo mejor ya lo hubiera
dejado y hubiera dejado en manos del equipo actual el albergue; pero no me voy
a ir hasta que vea que Ixtepec es seguro y hasta que el respeto hacia los
migrantes en Ixtepec sea irreversible"
¿Tiene miedo?
Claro que no, y se lo digo de corazón, no tengo miedo, estoy
tranquilo. No soy nada paranoico, más bien soy hasta distraído. Yo creo que el
día que me maten ni siquiera me voy a dar cuenta de que me van a matar y no me
preocupa tampoco, no pienso en eso.
Rebeldes con causa
Defensor de su conciencia y de su vocación de ayuda a los
migrantes, a sus 67 años, el padre Solalinde toca madera cuando se le pregunta
si le gustaría ser obispo.
"Yo nunca voy a meter reversa porque no sé caminar más que
pa´adelante", afirma.
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