A propuesta del PRI, preparan despido de 4 mil funcionarios.

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La reforma molestó al panista Javier Corral quien consideró que representa una regresión en el combate a la corrupción.

México.- El Partido Revolucionario Institucional (PRI) quiere "limpio" el camino para la llegada de Enrique Peña Nieto al gobierno.

A propuesta de la bancada tricolor los senadores “desempolvaron” una minuta de la Cámara de Diputados que se había mantenido congelada durante los últimos cinco años y aprobaron una reforma para despedir a casi 4 mil funcionarios que se desempeñan como directores generales y adjuntos en la Administración Pública Federal.

Así, las comisiones de Gobernación y Estudios Legislativos Primera del Senado resolvieron que el nuevo Gobierno pueda contratar para esos cargos a personal de confianza.

Si se aprobaran los cambio, que aún tienen que pasar por la aprobación del Pleno del Senado, los directores de ese rango dejarán de pertenecer al Servicio Civil de Carrera.

"La nueva Administración Pública Federal debe encontrar espacios (libres) para los funcionarios que reúnan los requisitos para ser contratados", dijo la presidenta de la Comisión de Gobernación, la priista Cristina Díaz.

La reforma se hará a la Ley Federal de Servicio Profesional de Carrera, que elimina el inciso A, del artículo 5, deberán dejar sus plazas 3 mil 937 funcionarios.

El PRI indicó que quedarán fuera del próximo Gobierno mil 914 directores generales y 2 mil 495 directores generales adjuntos.

Cristina Díaz señaló que de ese total, 472 funcionarios tendrán a salvo sus derechos laborales, ya que aprobaron las evaluaciones y certificaciones que les fueron aplicadas.

De acuerdo con el diario Reforma, la iniciativa fue aprobada en comisiones gracias a los votos de los senadores del PRI y PRD, quienes criticaron los resultados que han entregado las administraciones del PAN.

La reforma molestó al panista Javier Corral quien consideró que representa una regresión en el combate a la corrupción.

"Esto nos advierte el regreso del espíritu faccioso, del criterio patrimonialista del poder. Y la postura es autodestructiva, porque les está enviando una pésima señal a la burocracia toda", apuntó.